La vasopresina es una hormona formada en el hipotalmo y secretada por la glándula pituitaria en los mamíferos. La hormona tiene una variedad de efectos cuando se libera, aunque se usa principalmente para controlar la retención de agua a través de la reducción de la producción de orina. Sin embargo, estudios recientes sugieren que la vasopresina tiene otro propósito interesante, ya que puede afectar la capacidad de formar enlaces de pareja en algunos mamíferos.
Cuando el cuerpo está deshidratado, usa vasopresina como una forma de regular el agua en el cuerpo. Al reducir y concentrar la cantidad de orina desechada, la hormona ayuda al cuerpo a reabsorber el agua disponible y a mantener los órganos funcionando normalmente. Este se considera el uso principal de la hormona, pero está lejos de ser la única capacidad de la hormona.
Si se liberan grandes cantidades de vasopresina en el cuerpo a través de la glándula pituitaria, puede causar vasoconstricción. Este proceso estrecha los vasos sanguíneos y puede aumentar temporalmente la presión arterial. Si el cuerpo sufre una conmoción grave, como las causadas por un traumatismo o un derrame cerebral, la presión arterial puede descender a niveles peligrosamente bajos. La liberación de vasopresina puede ayudar a restaurar la presión arterial normal del cuerpo y prevenir o reducir los efectos del shock.
Algunos estudios recientes han demostrado que la hormona puede causar una variedad de efectos neurológicos interesantes. En ratones de campo y ratas, se ha demostrado que la vasopresina tiene un impacto considerable en los comportamientos sexuales, de apareamiento y de crianza. También se cree que está relacionado con conductas agresivas, en particular aquellas compatibles con conductas maternas o protectoras.
Los animales conocidos por su comportamiento monógamo, como los ratones de campo de la pradera, exhiben niveles más altos de vasopresina que sus contrapartes polígamos. En humanos, se han realizado algunos estudios que afirman mostrar una correlación entre los altos niveles de la hormona y la felicidad en las relaciones monógamas o el matrimonio. Estos hallazgos siguen siendo algo controvertidos, pero la mayoría de los expertos están de acuerdo con la evaluación de que existe alguna relación entre las tendencias monógamas y los niveles de vasopresina.
Aunque el comportamiento de los ratones de campo parezca tener poca relación con el de los humanos, las relaciones sociales con otros humanos han demostrado ser vitales para la supervivencia humana a lo largo de la historia. Si bien los humanos tienden a asociar su afecto o compromiso con los demás como resultado de sus emociones, la influencia de hormonas como la vasopresina en la creación y continuación de relaciones emocionales es un tema de estudio científico constante a lo largo de los siglos XX y XXI.
El cuerpo es un organismo extraño y maravilloso, y extremadamente eficiente en el uso de los materiales disponibles. Si bien puede parecer un poco extraño que una hormona utilizada principalmente para controlar la función renal también pueda ayudarlo a tener un matrimonio feliz, es simplemente otro ejemplo de la eficiencia del sistema. Asegurar un vínculo de pareja fuerte aumenta la probabilidad de que la descendencia con dos padres los brinde y los proteja, lo que aumenta la probabilidad de supervivencia. La vasopresina, además de sus útiles habilidades para regular la función renal y proporcionar la vasoconstricción necesaria, también puede ser un agente secreto que trabaja para ayudarlo a enamorarse y permanecer así.