¿Qué implica el blanqueamiento de la pulpa?

Como elemento importante en la creación de productos de papel, la pulpa blanqueadora es un proceso de varios pasos en el que se destruye o elimina la lignina residual para aclarar visualmente el producto final. La lignina, un compuesto orgánico que sirve para endurecer las células de las plantas leñosas, juega un papel importante en el color de la pulpa. Por lo tanto, blanquear la pulpa implica descomponer la lignina en moléculas más pequeñas para lograr brillo. En general, cuanto más lignina quede en el producto final, más probable será que se amarillee gradualmente debido a la exposición al aire o la luz. El acto de deslignificación tiende a implicar varios pasos de procesamiento distintos, ya que un proceso de blanqueo de un solo paso probablemente afectaría adversamente la resistencia general de la pulpa.

Hay dos enfoques posibles para el proceso químico de blanqueo de pulpa. Si se desea que el producto final mantenga un alto porcentaje de pulpa y logre hasta un 70 por ciento del brillo potencial, el mejor enfoque es descomponer la lignina para minimizar sus efectos sobre la coloración de la pulpa. Para un brillo del 90 por ciento o más con alguna pérdida de cualidades de fibra, la lignina debe eliminarse casi por completo. El brillo se define como el grado de capacidad para reflejar la luz. En cualquier proceso, la lignina disuelta se elimina por lavado de la pulpa entre las etapas de procesamiento.

Tradicionalmente, el proceso común para blanquear la pulpa se denominaba CEHDED o CEDED, en el que las letras indican el orden de aplicación de los productos químicos específicos. El proceso CEHDED involucró los siguientes pasos: cloro (C); extracción alcalina (E); hipoclorato (H); dióxido de cloro (D); extracción más alcalina (E); y más dióxido de cloro (D). Para CEDED, se eliminó el paso de hipoclorato (H).

No se ha considerado que los procesos utilizados en el blanqueo de pulpa mecánica tengan un efecto medioambiental negativo, porque los productos químicos que se utilizan típicamente en estos procesos tienden a producir subproductos que son relativamente benignos. Por el contrario, blanquear la pulpa química puede resultar en daños al medio ambiente, particularmente debido a los materiales orgánicos que se liberan en los cuerpos de agua vecinos. Antes de la década de 1930, la lejía doméstica o el hipoclorito de sodio era comúnmente el medio para blanquear la pulpa; más tarde, el cloro fue el elemento blanqueador preferido. Desde 1990, la deslignificación de la pulpa ha utilizado con mayor frecuencia procesos más nuevos que no utilizan cloro. Estos procesos se conocen comúnmente como elemento libre de cloro (ECF), que puede contener ciertas cantidades de dióxido de cloro, y totalmente libre de cloro (TCF), que utiliza productos químicos como peróxido de hidrógeno, oxígeno u ozono en lugar de cloro.