La restricción del comercio es cualquier cosa que obstaculice o restrinja las actividades comerciales normales. Muchas naciones tienen leyes que prohíben esto, siendo las leyes antimonopolio un ejemplo generalizado. En las naciones donde no existen leyes vigentes para prevenirlo, estas prácticas pueden limitar la función de las empresas y dichas naciones pueden ser consideradas como climas comerciales hostiles para las nuevas empresas porque tendrían dificultades para establecerse. A los países que carecen de este tipo de leyes se les puede exigir que las promulguen antes de unirse a pactos, tratados o acuerdos económicos para que no se encuentren en una posición injusta en relación con otras naciones en dichos acuerdos.
Varias actividades pueden considerarse restricciones al comercio, y cualquier cosa que obstaculice el comercio, el transporte y actividades relacionadas, por ejemplo, podría potencialmente ser prohibido por la ley. Los monopolios, la fijación de precios y otras tácticas utilizadas para inhibir la competencia también son ejemplos. Las cosas que podrían interferir con las funciones del mercado libre también pueden considerarse potencialmente una restricción del comercio.
Algunas cosas que la gente podría considerar como una restricción del comercio en realidad no se clasifican como tales. Por ejemplo, las cláusulas de no competencia no son ilegales según esas leyes. Estas cláusulas se consideran razonables porque una empresa tiene un interés y una preocupación legítimos y quiere proteger cosas como secretos comerciales. Sin embargo, una cláusula de no competencia puede ser impugnada sobre la base de que es demasiado amplia o impide la capacidad de trabajo de una persona.
Los gobiernos pueden emprender acciones antimonopolio cuando creen que las empresas están restringiendo el comercio que podría dañar la economía o las empresas. Asimismo, las empresas también pueden entablar demandas entre sí por estos motivos. Por ejemplo, una estación de servicio independiente podría demandar a una corporación sobre la base de la fijación de precios, argumentando que está utilizando prácticas comerciales que interfieren con la capacidad de la estación independiente para hacer negocios.
Los profesionales legales que se especializan en el manejo de casos de restricción de comercio y otros casos relacionados con prácticas comerciales pueden brindar consultas para las empresas preocupadas por este tema, incluida la consulta legal para las empresas que pueden estar peleando demandas acusándolas de prácticas comerciales inapropiadas, como fijación de precios o impugnaciones. a fusiones planificadas por motivos de preocupación por los monopolios. Los departamentos legales dentro de las principales empresas también suelen proporcionar asesoramiento y recomendaciones antes de que dichas empresas avancen en acuerdos y otras actividades, confirmando que tales acciones no violarán la ley.