Un patrimonio vitalicio es una forma limitada de propiedad de una propiedad en la que se divide el interés en una propiedad. Una persona que tiene un patrimonio vitalicio tiene derecho a disfrutar del uso pleno de la propiedad durante su vida, pero no tiene derecho a conferir la propiedad a su muerte.
La forma más simple de propiedad es una tarifa simple absoluta. Una tarifa simple absoluta significa que el propietario tiene un interés indiviso del 100 por ciento en la propiedad. Puede usarlo, venderlo o transmitirlo, y dejarlo a otra persona en su testamento.
Sin embargo, con un patrimonio vitalicio, la persona que tiene el patrimonio vitalicio tiene solo un interés parcial en una propiedad. Ese interés le permite usar la propiedad de la forma que crea conveniente, durante toda su vida. El propietario de un patrimonio vitalicio también se denomina inquilino vitalicio y tiene todos los beneficios de propiedad mientras viva.
Como propietario pleno, el inquilino vitalicio puede alquilar la propiedad para disfrutar de sus ingresos. Puede vivir en la propiedad o construirla y mejorarla. También puede vender la propiedad si así lo desea, a quien elija.
Sin embargo, el término del patrimonio vitalicio se mide por la vida de la persona a la que se le concedió el interés original. En otras palabras, solo se usa la vida del inquilino vitalicio para medir el término. Esto es cierto incluso si alquila la propiedad a otra persona o transmite su interés en la propiedad a otra persona.
El hecho de que el interés del inquilino vitalicio termine con su muerte significa que si vende la propiedad a otra persona, su interés termina inmediatamente después de la muerte del inquilino vitalicio. Cuando se crea un patrimonio vitalicio, los documentos deben estipular a quién se destinará la propiedad tras la muerte del inquilino vitalicio. Esta persona, a quien se le otorga un interés en la propiedad inmediatamente después de la muerte del inquilino vitalicio, se denomina restante.
Cuando muere un inquilino vitalicio, el interés del remanente en la propiedad se activa inmediatamente. Esto es cierto incluso si el inquilino vitalicio intentó ceder la propiedad a otra persona o si la vendió. Un inquilino vitalicio no puede otorgar un interés mayor que el que él mismo tiene en la propiedad, por lo que cualquier intento por parte de un inquilino vitalicio de traspasar la propiedad a un heredero es inválido.