Las primeras máquinas expendedoras modernas que funcionan con monedas aparecieron en las estaciones de tren y oficinas de correos en la década de 1880, y vendían postales, sobres y papel para notas. En 1893, el concepto se había extendido a Alemania, donde se distribuían cigarrillos, chocolate, chicle y jabón. En todo el mundo de hoy, utilizando máquinas que requieren mucho más que una sola moneda, puede comprar casi cualquier cosa, las 24 horas del día, desde lingotes de oro en Dubai y cangrejos vivos en China, hasta delicias deliciosas como baguettes en Francia, pizza. en Italia y patatas fritas en Holanda y Australia.
Puedes conseguir lo que quieras:
En los últimos años, las máquinas expendedoras se han vuelto de gran tamaño gracias a Carvana, una empresa que vende coches online. Sus edificios de varios pisos que se encuentran en todo Estados Unidos le permiten marcar su próximo juego de ruedas.
La primera máquina expendedora fue concebida por el antiguo ingeniero y matemático Héroe de Alejandría, quien ideó una forma de dispensar un chorro de agua bendita cuando un creyente insertaba una moneda.
Es posible que algunos artículos no sean adecuados para la venta. Después de las preocupaciones relacionadas con el consumo de alcohol por menores, las ventas automatizadas de cerveza en Japón cayeron en un 50 por ciento, incluso después de la adición de escáneres de licencias de conducir.