Aunque algunos se suscriben a las creencias creacionistas, es una creencia cient?fica bastante com?n que el Homo sapiens evolucion? a partir de homonidos anteriores que ten?an grandes cantidades de vello corporal, no solo en sus axilas y regiones p?bicas, sino en cada cent?metro de piel. Durante muchos milenios, cada vez menos cabello parece ser el camino que ha tomado la selecci?n natural, aunque algunos creen que el cabello que queda sirve para algunos prop?sitos. Se cree que el vello de las axilas no solo nutre un nido caliente y h?medo de feromonas que atraen al compa?ero, sino que tambi?n ofrece protecci?n contra el roce. Sin embargo, a las mujeres que se afeitan regularmente las axilas y otras regiones en 2011, no parece importarles su ausencia.
Aunque f?cilmente podr?a considerarse una conjetura, algunos cient?ficos creen que el vello de las axilas ha seguido siendo parte del paquete humano principalmente debido a las feromonas. Las gl?ndulas apocrinas de las axilas son un importante productor de estas secreciones, que muchos animales y humanos emiten para atraer a las parejas. M?s presencia de cabello resulta en un ambiente m?s rico en prote?nas para la comunicaci?n qu?mica a trav?s de feromonas. En realidad, son las bacterias del vello de las axilas las que descomponen el sudor en algo apestoso, ya que las feromonas se consideran inodoros.
Varios fabricantes de perfumes y colonias afirman incluir feromonas humanas en sus recetas para dar un atractivo adicional. Algunos cient?ficos discuten si es posible destilar estas hormonas inodoros, afirmando que muchas de estas mezclas contienen versiones sint?ticas de las hormonas naturales del cuerpo. Independientemente del debate sobre la atracci?n del aroma, algunos especulan que el vello de las axilas rico en aceite es ?til para disminuir la cantidad de fricci?n que se produce entre la parte superior del brazo y el torso durante el movimiento. Otros, sin embargo, insisten en que los pelos erizados realmente aumentan la fricci?n y no proporcionan ninguna lubricaci?n.
Los investigadores comenzaron a sospechar e investigar la existencia de feromonas hormonales hace m?s de 100 a?os. Sin embargo, no fue hasta 1959 que fue nombrado como tal por dos cient?ficos, el entom?logo suizo Martin Luscher y el qu?mico alem?n Peter Karlson. La palabra «pheremone» significa en griego «portador de la emoci?n». El descubrimiento, sin embargo, se hizo con termitas en lugar de humanos y sus axilas.
Seg?n la Academia Nacional de Ciencias, la investigaci?n de feromonas se ha centrado en gran medida en la atracci?n de insectos, principalmente en el campo del manejo de plagas en lugar del contenido de feromonas en el pelo de las axilas humanas. En 1980, por ejemplo, 4.000.000.000 de escarabajos fueron atra?dos por feromonas a trampas en Noruega y Suecia para detener una infestaci?n que amenazaba los cultivos. La tecnolog?a se ha extendido por todo el mundo, aunque la comprensi?n de las feromonas humanas a?n es dif?cil de alcanzar en 2011.