La excitotoxicidad es un proceso a través del cual las células nerviosas se dañan porque se sobreestimulan. Una serie de afecciones están relacionadas con la excitotoxicidad, incluidos accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales traumáticas, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de Alzheimer y lesiones de la columna vertebral. El daño a las células nerviosas da como resultado síntomas neurológicos correspondientes que pueden variar dependiendo de qué células están dañadas y qué tan extenso es el daño. Una vez dañadas, las células nerviosas no pueden repararse y el paciente puede experimentar deficiencias permanentes.
El proceso a través del cual se produce la excitotoxicidad comienza con una elevación del glutamato. El glutamato es un neurotransmisor excitador que actúa para facilitar la señalización eléctrica entre las células nerviosas. Sin embargo, cuando los niveles de glutamato aumentan demasiado, esencialmente bloquean una célula nerviosa en la posición abierta, permitiendo que el calcio fluya libremente hacia la célula. El calcio daña la estructura y el ADN de la célula, y crea una reacción en cascada a medida que las células mueren y liberan glutamato que inunda las células vecinas, causando la propagación del daño.
Varios receptores en las células nerviosas se sensibilizan al glutamato, incluidos los receptores AMPA y NDMA. La capacidad del glutamato para unirse a varios receptores en las células nerviosas puede funcionar en su contra en casos de excitotoxicidad porque el compuesto puede actuar rápidamente cuando está presente en el sistema nervioso en altas concentraciones. La cascada de reacciones relacionadas con la excitotoxicidad puede ocurrir tanto en el cerebro como en la médula espinal y puede provocar daños duraderos si no se puede identificar y detener. El tratamiento generalmente requiere la atención de un neurólogo.
La producción de glutamato en el cuerpo es normal y de hecho deseable, porque el cuerpo necesita poder excitar las células nerviosas para enviar señales. Sin embargo, cuando los niveles de glutamato se elevan demasiado, un paciente está en riesgo de excitotoxicidad. Una forma de abordar el problema es introducir medicamentos que bloqueen la acción del glutamato y protejan las células nerviosas. Las personas que pueden estar en riesgo de daño nervioso como resultado de la excitotoxicidad pueden recibir medicamentos que ayudarán a bloquearlo.
Se han hecho varias afirmaciones sobre los alimentos que supuestamente pueden ser neurotóxicos, causando daños al sistema nervioso a través de procesos como la excitotoxicidad. La veracidad de estas afirmaciones varía. El cuerpo de una persona sana está equipado para procesar una dieta muy diversa, incluida una que incluye alimentos con componentes que pueden ser peligrosos en niveles altos. Mientras las personas coman una dieta equilibrada, deberían poder evitar la acumulación peligrosa de compuestos neurotóxicos.