Los huesos son una parte esencial del sistema musculoesquelético del cuerpo. Sin ellos, el cuerpo humano carecería de forma, definición y la capacidad de moverse de manera coordinada. Cada parte del cuerpo está formada por varios huesos unidos entre sí. Los huesos de los pies, por ejemplo, consisten en una colección de veintiséis huesos diferentes. El hueso astrágalo, considerado un hueso del pie, es el punto de conexión entre la parte inferior de la pierna y el tobillo, que consta de tres secciones separadas: la cabeza, el cuerpo y el cuello del astrágalo.
El cuello del astrágalo está situado entre el cuerpo y la cabeza del hueso. Su superficie rugosa sirve como sitio de unión para ligamentos, bandas flexibles pero resistentes de tejido conectivo que unen huesos con huesos. La superficie cóncava lateral gruesa del cuello del astrágalo contiene una hendidura profunda o surco. Este es el sitio donde corre el ligamento talocalcaneal interóseo para unir el hueso calcáneo o del talón al astrágalo.
El cuerpo del astrágalo es el área donde los huesos de la parte inferior de la pierna, la tibia en el lado medial y el peroné en el lado lateral, se conectan al tobillo. El lugar donde se unen estos huesos forma dos proyecciones óseas o protuberancias a cada lado del tobillo. El cuello del astrágalo es responsable de unir la parte inferior de la pierna al talón, el tobillo y el pie.
Como resultado de su intrincado papel al unir la parte inferior de la pierna al pie, la cabeza, el cuerpo y el cuello del astrágalo juegan un papel importante en el movimiento del pie y el tobillo. Donde el astrágalo se conecta con el tobillo, este hueso ayuda en la capacidad del pie y el tobillo para moverse hacia el cuerpo, un movimiento llamado dorsiflexión, y en el pie y el tobillo para apuntar los dedos hacia abajo, llamado flexión plantar. La unión del hueso del talón al cuello del astrágalo proporciona al pie y al tobillo la capacidad de moverse hacia adentro y hacia afuera, en movimientos conocidos como inversión y eversión, respectivamente.
Como el hueso astrágalo está situado entre la pierna, el talón y el resto de los huesos del pie, no recibe un suministro de sangre significativo. Por lo tanto, una lesión en la cabeza, el cuerpo o el cuello del astrágalo, como una fractura o fractura en el hueso, puede provocar un proceso de curación prolongado. Las complicaciones pueden incluir meses de inmovilidad y la incapacidad de soportar peso sobre el pie afectado.