El ligamento hepatoduodenal es una porción del epiplón menor que recubre el abdomen. Es un ligamento peritoneal en el abdomen que se conecta con el duodeno de los intestinos. Este ligamento comienza como una doble capa de membranas serosas que forman parte del peritoneo, que es el revestimiento de la cavidad abdominal que comienza en el hígado. La tríada portal del hígado está contenida dentro del ligamento hepatoduodenal.
Encerrados dentro de una cápsula fibrosa entre las dos capas de la membrana serosa hay cinco estructuras anatómicas separadas. La vaina encapsulada se llama cápsula del hígado de Glisson. Tres de las estructuras forman la tríada portal hepática. Son la vena porta hepática, la arteria hepática propiamente dicha y el conducto biliar común.
El epiplón menor, o epiplón gastrohepático, pasa al ligamento hepatoduodenal en la fisura transversal del hígado, que también se llama porta hepatis. Se encuentra en el lado izquierdo del lóbulo derecho del hígado. La vena porta hepática y la arteria hepática propiamente dicha entran al hígado en el porta hepatis, y el conducto hepático común sale del hígado en el porta hepatis hacia el ligamento hepatoduodenal.
Dentro del ligamento, la vena porta hepática recolecta sangre del bazo y el tracto gastrointestinal. La sangre acumulada finalmente se deposita en lechos capilares que se encuentran dentro del hígado. Al lado de la vena porta hepática se encuentra la arteria hepática propiamente dicha, que ayuda a suministrar sangre al hígado. Una vez que el conducto hepático común sale del porta hepatis del hígado, se combina con el conducto cístico de la vesícula biliar y se convierte en el conducto biliar común.
Estructuras anatómicas adicionales están presentes dentro del ligamento hepatoduodenal. Una rama del nervio vago recorre todo el ligamento junto a la tríada portal. Los vasos linfáticos, que absorben el líquido intersticial, las bacterias y las células sanguíneas filtradas, también viajan a través de este ligamento antes de drenar la linfa recolectada hacia un conducto linfático.
Los trastornos que involucran el ligamento hepatoduodenal son variados. Algunos cánceres pueden propagarse o hacer metástasis a través de este ligamento. Puede infectarse y formar una bolsa dolorosa de infección llamada absceso. Es posible que sea necesario visualizar el absceso mediante una tomografía computarizada (TC). Estas imágenes permiten al cirujano determinar si la extirpación quirúrgica de la masa es necesaria y pueden usarse como una guía para el cirujano durante la operación.
Durante los procedimientos quirúrgicos que involucran el abdomen, es común que un cirujano sujete el ligamento hepatoduodenal con un instrumento llamado hemostático. La arteria hepática propiamente dicha y la vena porta hepática se comprimen dentro del ligamento, cortando el flujo de sangre desde el hígado. Esta técnica quirúrgica reduce la cantidad de sangre perdida durante las cirugías abdominales abiertas.