Los peces arcoíris son peces pequeños y coloridos que viven en agua dulce y, como adultos, muestran una amplia gama de coloración. Son de la familia Melanotaenia y normalmente se encuentran alrededor de Indonesia, Australia y Nueva Guinea. Los cuerpos de estos peces son normalmente largos, a veces creciendo hasta alrededor de 6 pulgadas (15 cm). Por lo general, tienen escamas grandes y lados que parecen ser planos.
Los peces arcoiris machos adultos tienden a ser de colores más brillantes que sus contrapartes hembras y pueden desarrollar una franja en el costado mientras se reproducen. Tienden a mostrar sus colores por la mañana cuando intentan atraer a una hembra. Estos peces no exhiben sus elaborados colores hasta que han alcanzado la madurez completa o se reproducen.
Para que una persona vea los colores de un pez arcoiris se requiere que haya otros peces arcoíris alrededor. Estos peces viajan en escuelas y no mostrarán sus colores a menos que estén con otros de su clase. Los peces de esta familia también requieren mucho espacio, porque les encanta nadar y están constantemente activos. Cualquier tanque en el que se coloque este tipo de pez debe tener suficiente espacio abierto para que el pez permanezca activo.
Aunque los arcoiris son excelentes peces para la escuela, cada uno tiene su propia personalidad. Muchos son agresivos con otros peces de la misma familia. Una persona que quiere tener una escuela de seis a 10 peces arcoíris en un acuario puede experimentar algo de esta agresividad entre los peces. Su hábitat natural también puede desempeñar un papel en cómo reaccionan ante un nuevo banco de peces.
Mientras se reproduce, el pez hembra pone algunos huevos cada día. Esto se conoce como cría a largo plazo. En la naturaleza, los peces suelen poner sus huevos en algas pero, en un tanque, se debe proporcionar una planta aceptable para poner los huevos. Si los peces están en un acuario, los huevos deberán retirarse y colocarse en un tanque separado. Hasta casi los dos meses de edad, los jóvenes, llamados alevines, corren el peligro de ser comidos por los peces adultos.
El pez arcoíris no se enferma fácilmente y, por lo general, no requiere una gran cantidad de cuidado cuando viven en cautiverio. El buen agua y el equilibrio correcto del pH en un acuario casi pueden garantizar la seguridad y la salud de un pez arcoíris. Un problema con el agua podría provocar la decoloración de los colores en un pez arcoíris.