El ubiquinol es una forma reducida de la coenzima, Q10 (CoQ10). CoQ10 se produce dentro del cuerpo humano y todas las células lo necesitan para un funcionamiento básico. Los niveles disminuyen con la edad de una persona, y los niveles pueden agotarse cuando una persona sufre de enfermedades graves como la enfermedad de Parkinson, enfermedades cardíacas y cáncer. La CoQ10 se puede adquirir en pequeñas cantidades de alimentos como la carne de res, el brócoli y el pescado, pero a menudo se complementa si se sospecha deficiencia. La CoQ10 fue identificada por primera vez en 1957 por científicos que investigaban el catalizador para las funciones metabólicas dentro de una célula. Los científicos descubrieron que la sustancia está presente en la mayoría de las células del cuerpo y que la concentración más alta estaba presente en los tejidos que tienen grandes requerimientos de energía, como los riñones, el corazón y los músculos esqueléticos.
La sustancia actúa como mediadora del trifosfato de adenosina (ATP). La síntesis de ATP es el mecanismo por el cual las células generan energía para realizar muchas tareas celulares, y la falta de ubiquinol conduce a la degeneración celular. También se descubrió que los órganos con altos niveles de ubiquinol dependen en gran medida de la producción de ATP. CoQ10 debe su capacidad de actuar como un importante refuerzo del metabolismo para el ciclo de ubiquinol, un proceso que alterna entre la ubiquinona y otra forma de CoQ10, la ubiquinona. Este ciclo, además de proporcionar energía, es un proceso que protege las membranas celulares del daño oxidativo.
CoQ10 es un poderoso antioxidante, uno de los pocos antioxidantes inherentes sintetizados en el cuerpo humano. Como antioxidante, inhibe el proceso de oxidación, lo que detiene la formación de radicales libres que pueden causar patologías y un envejecimiento rápido. Se han realizado varios estudios sobre el envejecimiento de las poblaciones que muestran que los niveles de disminución de CoqQ10 se deben a que disminuye la capacidad de convertir ubiquinona en ubiquinol. La suplementación puede alentar la conversión y se ha mostrado prometedora en el tratamiento de enfermedades neurológicas relacionadas con la edad, como el Parkinson.
Otra forma en que la CoQ10 previene enfermedades relacionadas con la edad se basa en su capacidad para regenerar otras sustancias antioxidantes como la vitamina E o tocoférica y la vitamina C, conocida como ascorbato. Los radicales libres pueden causar más daño al cuerpo si estos nutrientes se agotan y no se reponen. El ubiquinol también es un compuesto esencial para producir lípidos en la sangre. El colesterol beneficioso, los lípidos que el cuerpo necesita para mantener las arterias libres de la acumulación de placa, se sintetiza, en parte, del ubiquinol y las otras formas de CoQ10.