Algunas religiones del mundo tienen restricciones dietéticas que sus seguidores observan como parte de su práctica religiosa. La mayoría de estas restricciones dietéticas religiosas se establecen en los libros sagrados de la religión, como la Biblia, los Vedas, el Corán, los Sutras y la Torá. Dependiendo de la religión, las restricciones dietéticas pueden ser bastante severas, como es el caso de los jainistas, o relativamente simples, en el caso de los presbiterianos. Hay varias razones para que se establezcan restricciones dietéticas religiosas, pero en la mayoría de los casos las restricciones pueden ignorarse en una situación de emergencia, como sería el caso de un hombre judío varado en una isla desierta con solo sándwiches de jamón para comer. Se le permitiría comer el jamón prohibido, ya que sería preferible que se muriera de hambre.
Una de las razones más comunes detrás de las restricciones dietéticas religiosas es la seguridad alimentaria. Muchas religiones se fundaron en climas cálidos en una era mucho antes de la refrigeración. Como resultado, algunos tienen restricciones para comer carroña, ya que puede estar podrida o peces notoriamente inestables como los mariscos. Algunos animales específicos están restringidos porque se cree que tienen hábitos de vida impuros o porque requieren una gran cantidad de energía para criarlos. En algunos casos, los alimentos están restringidos porque la población nativa es alérgica a ellos. En este sentido, las restricciones dietéticas protegen a los seguidores de la religión, permitiéndoles crecer y multiplicarse.
Otra base para las restricciones dietéticas religiosas son las creencias religiosas. Los budistas e hindúes, por ejemplo, creen que tienen el deber de reducir el sufrimiento en el mundo. Por esta razón, muchos seguidores de estas religiones pertenecen a sectas vegetarianas, porque los alimentos de origen animal a menudo implican sufrimiento. En otros casos, como la vaca sagrada en el hinduismo, una planta o animal en particular es sagrado o santo y no debe comerse.
Muchas restricciones dietéticas están estrechamente relacionadas con el ayuno. Varias religiones de todo el mundo practican el ayuno como una forma de aumentar la pureza y el crecimiento espiritual. Además, les enseña a los seguidores la voluntad propia y les ayuda a resistir la tentación. En tiempos de escasez de alimentos, la práctica del ayuno también podría haber ayudado a hacer la vida más llevadera, ya que el ayuno en el nombre de Dios es más fácil de soportar que el ayuno debido al hambre o la pobreza.
En algunos casos, las restricciones dietéticas religiosas abordan cuestiones específicas, como es el caso de la glotonería, o intoxicantes como el alcohol y el café. En estos casos, el consumo excesivo de estos productos puede ser peligroso para la salud de una persona o para el bienestar social. Como resultado, los sacerdotes aconsejan moderación al consumir estos productos para asegurarse de que sus seguidores lleven una vida sobria y productiva. Si bien algunas de estas restricciones dietéticas religiosas pueden parecer excesivas, como la prohibición total del alcohol para los musulmanes devotos, tienen sentido cuando se examina el contexto del origen de la religión. En el caso del Islam, la prohibición de sustancias deshidratantes tiene sentido para los seguidores de una religión fundada en un entorno desértico con escasez de agua.