La teoría de la interferencia es un concepto científico que se ocupa de la forma en que se almacenan los recuerdos en el cerebro de una persona. Según la teoría de la interferencia, los recuerdos más antiguos y más nuevos pueden interferir entre sí. Los nuevos recuerdos pueden hacer que los viejos sean más difíciles de recordar y los viejos pueden hacer que los nuevos sean algo difíciles de retener. Existe una gran cantidad de evidencia científica que respalda la teoría de la interferencia, pero el mecanismo exacto detrás de ella no se comprende completamente.
En términos generales, los recuerdos solo interfieren entre sí cuando se centran en áreas de pensamiento similares. Por ejemplo, si un individuo pasa muchos años aprendiendo un arte marcial, dominando un patrón muy específico de movimientos y reacciones, esos pueden quedar profundamente arraigados en su mente. Una vez que esos recuerdos están en su lugar, puede hacer que el entrenamiento en un nuevo conjunto de habilidades similares sea más difícil. La capacidad del individuo para retener nueva información puede verse abrumada por la formación profundamente arraigada que recibió anteriormente. Si la persona sigue trabajando en ello, el efecto de interferencia se puede superar potencialmente, pero no siempre es fácil de hacer.
La teoría de la interferencia también puede funcionar de manera opuesta. Un nuevo recuerdo podría interferir potencialmente con un intento de recordar algo antiguo. A veces, un nuevo recuerdo tarda un poco en reemplazar al anterior, pero una vez que sucede, puede hacer que la recuperación sea bastante difícil. La mayoría de los expertos generalmente están de acuerdo en que los viejos recuerdos no se pierden cuando se reemplazan. En cambio, se cree que simplemente son algo inaccesibles. Un ejemplo de reemplazo de una memoria antigua sería aprender una nueva dirección de correo electrónico o contraseña y luego no poder recordar una antigua.
Una forma en que los científicos han estudiado la teoría de la interferencia es a través de experimentos con la memorización. A los sujetos de estos estudios generalmente se les pide que memoricen algo, como una lista o nombres de personas en imágenes, y una vez que la información se aprende por completo, se les pide que aprendan aún más información similar. En términos generales, los resultados de estas pruebas han demostrado de manera concluyente que el rendimiento de la memoria de la persona disminuyó continuamente con cada episodio adicional de memorización.
Hay muchas formas en las que la teoría de la interferencia podría afectar potencialmente la experiencia de la vida cotidiana de una persona. Por ejemplo, si alguna vez se pide a las personas que se adapten a una nueva forma de hacer las cosas en su trabajo, es posible que descubran que la interferencia de la memoria obstaculiza enormemente su progreso. A veces, las personas tienen muchas dificultades para desaprender viejos patrones de comportamiento.