La obstrucción del conducto biliar, también conocida como obstrucción biliar, ocurre cuando los conductos utilizados para transportar la bilis a través del cuerpo se bloquean. Por lo general, la bilis se mueve desde el hígado hasta el intestino delgado y la vesícula biliar. Cuando no puede salir del hígado, pueden sobrevenir una serie de afecciones médicas, como ictericia, fiebre y dolor en la región abdominal. Ciertos grupos de personas son más propensas a sufrir una obstrucción, como las que tienen un sistema inmunológico débil, las personas que tienen antecedentes de cáncer de páncreas o cáncer biliar o las personas con antecedentes de cálculos biliares. Afortunadamente, una obstrucción del conducto biliar se puede diagnosticar y tratar.
Con una obstrucción del conducto biliar, es importante descubrir las causas de la afección, ya que las causas a menudo están relacionadas con el tipo de tratamiento que recibirá la persona. La causa más común de obstrucción del conducto biliar es la formación de quistes cerca del conducto. Normalmente, los quistes se extirpan quirúrgicamente, abriendo así el conducto y tratando la afección. Los cálculos biliares también pueden causar la afección. En muchos casos, la vesícula biliar se puede extirpar quirúrgicamente o, en casos raros, los cálculos biliares pueden disolverse con el tiempo usando medicamentos.
Otras causas de una obstrucción del conducto biliar incluyen un ganglio linfático inflamado o un conducto biliar infectado. En esos casos, generalmente se recetan antibióticos para reducir la inflamación y tratar la infección. Una vez que el conducto biliar ya no está inflamado, la bilis debe fluir libremente. Los cánceres de páncreas o biliares también pueden causar la afección. Por lo general, se extirpará cualquier tumor canceroso o, como alternativa, se usarán endoprótesis para ensanchar los tubos y permitir que la bilis fluya si el tumor debe permanecer en su lugar.
Hay algunos síntomas que pueden indicar una obstrucción del conducto biliar. Por ejemplo, algunas personas experimentan dolor en la parte superior derecha del abdomen. Otras personas afectadas tienen orina de color anormalmente oscuro, picazón o fiebre. En algunos casos, la persona desarrolla piel de color amarillo o ictericia. La coloración anormal de las heces, las náuseas y los vómitos también son posibles síntomas de la afección.
Existen varios métodos que pueden permitir a un médico determinar si una persona tiene o no una obstrucción del conducto biliar. Por ejemplo, un examen físico del área del estómago puede permitirle al médico palpar tumores, quistes o cálculos. Además, un análisis de sangre puede revelar si la persona tiene una degradación anormalmente alta de bilis o bilirrubina. Se pueden usar otros análisis de sangre para analizar los niveles de enzimas hepáticas y fosfato alcalino. El uso de una máquina de ultrasonido o una tomografía computarizada (TC) puede permitirle al médico buscar visualmente cualquier bloqueo en los conductos biliares.