¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad renal?

La enfermedad renal es una afección que puede afectar a hombres y mujeres de todas las edades, aunque es más común en personas mayores de 60 años que padecen diabetes o hipertensión. Las personas con enfermedad renal crónica suelen presentar una serie de síntomas físicos reveladores, como dificultad para orinar y dolor lumbar. Muchas personas experimentan fatiga, náuseas y problemas para dormir y concentrarse. Una persona que experimente cualquier síntoma de enfermedad renal debe buscar atención médica de inmediato. Un médico puede realizar un diagnóstico adecuado y recomendar el plan de tratamiento a largo plazo más adecuado.

La enfermedad renal crónica se desarrolla gradualmente con el tiempo y los primeros síntomas pueden ser difíciles de identificar. Los primeros síntomas de la enfermedad renal incluyen cambios en los patrones de micción, cansancio e hinchazón moderada alrededor de los pies y tobillos. Las personas en las primeras etapas de la enfermedad renal pueden orinar con más frecuencia de lo normal, especialmente durante las horas de la noche. Pueden sentirse fatigados e incapaces de mantener un horario de sueño regular.

A medida que avanza la enfermedad renal, los síntomas tienden a ser más notorios. Las personas comienzan a experimentar una incomodidad significativa al orinar, si es que pueden orinar, y la orina puede parecer muy oscura o con sangre. Los riñones se vuelven menos efectivos para eliminar el exceso de agua del cuerpo y expulsarlo como desecho. El resultado es una hinchazón significativa en las extremidades inferiores y los ojos, donde el tejido se satura demasiado con el exceso de líquido.

Los síntomas que aparecen poco antes de la insuficiencia renal incluyen fatiga extrema, náuseas, vómitos, anemia, picazón en la piel y dificultad para respirar. Muchas personas tienen problemas para concentrarse en las tareas y pueden desorientarse y marearse durante la actividad. Los calambres musculares, el dolor en la parte inferior de la espalda, los huesos frágiles y los dolores de cabeza son síntomas muy comunes en etapas posteriores. Si no se tratan, los riñones pueden apagarse por completo, causando daños irreversibles a otros órganos internos y, a menudo, provocando la muerte.

Una persona debe consultar a un médico tan pronto como note algún síntoma de enfermedad renal. Cuanto antes se detecten los problemas renales, más posibilidades tendrá el individuo de manejarlos con éxito. Un médico renal, conocido como nefrólogo, puede realizar exámenes físicos, así como análisis de sangre y orina para determinar la naturaleza de un trastorno y decidir las mejores opciones de tratamiento. El médico puede recetarle suplementos hormonales que ayuden a prevenir que la anemia empeore. Una persona cercana a experimentar insuficiencia renal total puede tener que someterse a tratamientos de diálisis o un trasplante de riñón.