Una galaxia oscura es un cúmulo de materia oscura que no se puede observar visualmente porque la materia no se dispersa ni emite luz visible. La presencia de tales galaxias fue hipotetizada por físicos y astrónomos, quienes creían que la presencia de estos fenómenos era una parte crítica de algunas teorías que explican la naturaleza del universo. Rastrearlos resultó ser un problema debido a su naturaleza invisible, pero un equipo internacional en 2005 logró identificar uno con la ayuda de un radiotelescopio. Este descubrimiento fue un avance significativo en el campo de la astrofísica.
Según los teóricos, gran parte del universo está compuesto de materia oscura, que puede crear galaxias unidas por gravedad que atraen gradualmente más materia con el tiempo. En cierto punto, teóricamente llegarían a un punto de inflexión, dando a luz estrellas y otros objetos para crear una galaxia en toda regla. La investigación sobre galaxias con estrellas inusualmente jóvenes apoya esta teoría; los investigadores sospechan que estas galaxias existieron durante miles de millones de años en forma de materia oscura.
La colección de gases y materia en una galaxia oscura aún puede actuar sobre los objetos circundantes, que es una forma de detectar uno. Los investigadores que buscan galaxias oscuras han buscado galaxias visibles que se comporten de manera anormal, como si hubiera una atracción gravitacional que podría estar afectando su forma y tamaño. Otro método para buscar estos fenómenos escurridizos consiste en buscar firmas reveladoras con un radiotelescopio. Aunque la galaxia oscura no aparece en el espectro visible, los gases que contiene pueden emitir ondas de radio que delatan su presencia.
Además de ser un elemento de interés cosmológico general, la galaxia oscura es una teoría y un hallazgo importante para los físicos. Los teóricos creían que tenían que existir porque apoyaban el modelo más creíble en general de cómo se formó el universo y continúa cambiando con el tiempo. Encontrar un espécimen real creó apoyo para sus teorías y también explicó algunos fenómenos en el universo que no tendrían sentido si las galaxias oscuras no existieran.
Los investigadores continúan buscando más evidencia de galaxias oscuras, utilizando la observación de varios puntos en el espacio y un análisis cuidadoso de los datos. Cada galaxia oscura debe ser confirmada antes de que pueda anunciarse oficialmente, asegurando que los observadores no hagan un anuncio basado en información defectuosa o incompleta. Este puede ser un proceso lento de alcance internacional, ya que los pares verifican los hallazgos en sus propias instalaciones de observación y revisan los métodos utilizados en el hallazgo inicial.