El término «deber de lealtad» se utiliza en dos sentidos legales diferentes, y ambos reflejan una obligación de actuar teniendo en cuenta los mejores intereses de la otra parte. En las leyes relativas a los miembros de las juntas directivas de corporaciones y organizaciones sin fines de lucro, las personas deben anteponer los intereses de la organización en todo momento, ejerciendo un deber de lealtad al tomar decisiones. En la legislación laboral de algunas regiones, los empleados tienen el deber de lealtad hacia sus empleadores y no pueden participar en actividades que se sepa que son perjudiciales para ellos. Las infracciones en ambos casos pueden ser motivo de demanda civil.
En el caso de los miembros de una junta, se considera que tienen una responsabilidad fiduciaria porque están administrando fondos en nombre de otras personas. Tienen un deber de cuidado, manejar los fondos de manera responsable y de una manera diseñada para maximizar la rentabilidad de los fondos. También tienen el deber de obediencia, dirigiendo la organización de una manera que esté de acuerdo con la declaración de misión y los objetivos. El deber de lealtad es un requisito para pensar siempre primero en los intereses de la organización.
Si surge un conflicto de intereses, el deber de lealtad es lo primero y el miembro de la junta debe hacer lo correcto por la organización. Si bien las personas pueden beneficiarse de su membresía en las juntas, no pueden hacerlo a expensas de una organización. Por ejemplo, un miembro de la junta podría tomar una decisión que beneficie a la empresa, aumentando las ganancias y mejorando el desempeño, y experimentar un aumento correspondiente en el valor de las inversiones personales. Sin embargo, el miembro de la junta no podía poner en riesgo a la empresa con una decisión diseñada específicamente para generar beneficios personales.
Los empleados que tienen el deber de lealtad a sus empleadores no pueden participar en actividades que se considerarían conflictos de intereses y no pueden dañar a sus empleadores con sus acciones. Consultar con un competidor y proporcionar información privilegiada sería un ejemplo, al igual que el uso de equipos de la empresa para proyectos personales destinados a generar ganancias. No todas las regiones tienen una cláusula de deber de lealtad en sus leyes laborales; en algunos casos, este tipo de deber puede incorporarse a un contrato de trabajo.
Dependiendo de la naturaleza de la violación, además de ser responsable de una demanda civil, las personas también podrían enfrentar sanciones por parte de los reguladores gubernamentales. Los miembros de la junta de una corporación, por ejemplo, pueden ser multados y encarcelados por abuso de información privilegiada, una violación de su deber de lealtad.