¿Qué es un bandolerismo?

El bandolerismo es una forma de robo en la que las personas forman una banda para asaltar a las personas en la carretera con el fin de saquear bienes y obtener dinero de rescate secuestrando a sus víctimas. Esta práctica se ha visto en las sociedades humanas a lo largo de la historia, desde las carreteras del oeste americano hasta las utilizadas para el comercio en Asia. Esta práctica es ilegal y las sanciones pueden ser severas. Históricamente, algunas comunidades se enfrentaron al bandolerismo utilizando sus propios grupos policiales vigilantes.

El origen de esta palabra parece estar en la palabra latina para «soldado». Estas bandas de delincuentes suelen utilizar técnicas de estilo militar para emboscar a sus víctimas, confiando en su coordinación como grupo para identificar y atacar con éxito a los objetivos. Las personas pueden usar técnicas como preparar un ataque en una esquina o cruce de caminos, o bloquear la carretera con vehículos para obligar a las personas a detenerse. Una banda armada de bandidos a menudo puede dominar a un gran grupo de viajeros, siempre que los atacantes tengan el elemento sorpresa de su lado.

Una vez que las personas capturan a un grupo, pueden saquear sus pertenencias por cualquier cosa de valor y pueden optar por tomar rehenes. Si nadie está dispuesto a pagar el rescate, pueden matar a los rehenes y trasladarse a otra zona de la carretera para comenzar de nuevo el proceso de bandidaje. Un coordinador generalmente supervisa al grupo y toma decisiones sobre la división del botín. Las disputas pueden dar lugar a la formación de bandas secundarias y, a veces, surgen guerras territoriales en tramos de carreteras particularmente importantes.

Históricamente, el bandolerismo fue un problema importante en muchas comunidades. Regiones como Inglaterra, Italia y el Viejo Oeste estadounidense tenían problemas con bandas de forajidos que atacaban a las personas mientras viajaban. Las carreteras en mal estado dificultaban que las personas se movieran lo suficientemente rápido como para dejar atrás a los bandidos y, a menudo, los árboles proporcionaban una cobertura ideal, lo que permitía a las personas ocultarse hasta el último minuto. La gente utilizó una variedad de técnicas para abordar el problema, como viajar en convoyes fuertemente armados y usar una justicia rápida y, a menudo, dura para advertir a los criminales que se alejaran de un área castigando severamente a cualquiera que fuera sorprendido cometiendo bandidaje.

Si bien esta práctica ya no está muy extendida, continúa ocurriendo en algunas regiones del mundo. Más comúnmente, ocurre en áreas donde el gobierno carece de control y la población puede estar luchando contra el hambre y la pobreza. Los ex soldados pueden recurrir al crimen cuando el gobierno no los provee, y el gobierno podría tener dificultades para identificar y controlar a los forajidos porque carece de estructura y personal.