La motivación se puede definir como la voluntad de actuar o el mecanismo interno que estimula el comportamiento orientado a objetivos. Para los humanos, típicamente hay dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca. La motivación extrínseca proviene de fuera del individuo.
Algunos ejemplos de fuentes de motivación extrínseca son los sistemas de calificación, los trofeos, la popularidad o el dinero. La motivación extrínseca también puede ser negativa, como es el caso de los castigos o la coacción. En cualquier caso, este tipo de motivación tiene sus raíces en fuentes externas; proviene del entorno del individuo, más que del interior del individuo.
La motivación extrínseca está presente a lo largo de la vida de una persona. Cuando es niño, un individuo lo experimenta en forma de calificaciones en exámenes y tareas o en forma de aumento de popularidad como resultado de cierto comportamiento. En la edad adulta, un individuo lo experimenta en forma de cheque de pago, estatus o reconocimiento e incluso cosas cotidianas como recompensas o incentivos de tarjetas de crédito.
El otro tipo de motivación es intrínseca. Esto se puede diferenciar de lo extrínseco en que la motivación proviene de los beneficios que son inherentes a la actividad o comportamiento en sí. La motivación intrínseca proviene del interior del individuo; la motivación está presente porque la persona disfruta de una determinada tarea o conducta, siente una sensación de satisfacción trabajando en ella o siente placer al completarla. Una persona intrínsecamente motivada aún puede buscar recompensa por el comportamiento, pero la recompensa no será el único propósito del comportamiento. Un ejemplo de motivación intrínseca es cuando una persona trabaja en Sudoku simplemente porque encuentra placer en la actividad.
La motivación extrínseca puede ser muy eficaz para provocar ciertos comportamientos. Una persona que está motivada extrínsecamente puede trabajar en una tarea incluso si no tiene interés en ella, únicamente con el propósito de recibir la recompensa anticipada o evitar el castigo. Debido a esto, el individuo podría concentrarse más en la recompensa y menos en la tarea en sí y podría dejar de completar la tarea cuando la recompensa ya no esté disponible.
Hay aspectos negativos de la motivación extrínseca. Las investigaciones indican que recibir recompensas extrínsecas podría reducir el nivel de motivación intrínseca de una persona. Cuando una persona es recompensada por una tarea, ¿qué razón tiene para completar la tarea por nada? Además, la motivación extrínseca no se puede mantener; cuando el castigo o recompensa permanece en el mismo nivel durante un período de tiempo, la motivación disminuye y el individuo requiere mayores recompensas o castigos por el mismo comportamiento.
La motivación extrínseca puede tener éxito de inmediato y ser fácil de usar, pero las recompensas externas generalmente no son efectivas a largo plazo. La motivación intrínseca, por otro lado, puede ser autosuficiente y duradera. La investigación muestra que este tipo de motivación se asocia más a menudo con el éxito académico continuo que con el tipo extrínseco.