Una locomotora eléctrica diesel es el tipo más común de locomotora, o motor de tren, actualmente en uso en ferrocarriles de todo el mundo. En este tipo de locomotora, un motor diesel proporciona energía a un generador eléctrico. La electricidad generada proporciona energía a los motores conectados a las ruedas de la locomotora, girando las ruedas y permitiendo que se mueva.
En una locomotora eléctrica diesel, el motor no es un motor de accionamiento que hace girar las ruedas y mueve el tren, como se cree con frecuencia. El motor diesel es básicamente una fuente de energía. Esto es útil porque los motores diesel tienen varias ventajas. Son extremadamente confiables, fáciles de arrancar y son mucho más fáciles de reparar que otros tipos de motores. Al tener su propia fuente de energía, la locomotora eléctrica diesel puede funcionar en cualquier tipo de vía.
El motor de la locomotora eléctrica diesel proporciona energía a un generador eléctrico. De esta manera, la locomotora proporciona electricidad a motores separados que mueven las ruedas de la locomotora. Estos se llaman motores de tracción. Los motores de tracción están ubicados dentro de la locomotora y mueven los ejes conectados a las ruedas de la locomotora. Esta acción mueve las ruedas de la locomotora, lo que hace que la locomotora viaje por la vía, trayendo consigo el resto del tren.
La locomotora eléctrica diésel se utilizó por primera vez en Suecia en el año 1913. Combinó la tecnología de motores diésel creada en 1892 por el Dr. Rudolf Diesel en Alemania, con la tecnología creada en 1866 por Frank Sprague para su uso en autos de calle eléctricos en los Estados Unidos. La locomotora eléctrica diesel pronto se usó en varios países europeos. El uso en los Estados Unidos llegó un poco más tarde cuando General Electric comenzó a trabajar en un diseño durante la Primera Guerra Mundial, pero pronto decidió construir las porciones eléctricas. Otras compañías construyeron los cuerpos y, a fines de la década de 1920, varias compañías producían locomotoras eléctricas diesel para varias líneas ferroviarias en los Estados Unidos.
Una vez que comenzó la producción, la locomotora eléctrica diesel fue adoptada rápidamente por los ferrocarriles. Tenía varias ventajas sobre las locomotoras de vapor anteriores. Las locomotoras a vapor tardaron mucho en arrancar y con frecuencia necesitaban mantenimiento y reparaciones costosas. También tenían que detenerse a menudo para recoger combustible, utilizando enormes cantidades de carbón y agua. En contraste, las locomotoras eléctricas diésel podían funcionar mucho más tiempo entre paradas y eran mucho menos costosas de mantener, lo que las hacía una opción rentable para los ferrocarriles modernos.