La vitamina C es un suplemento dietético importante cuando se administra en las dosis adecuadas. Al comenzar un régimen de vitamina C para niños, es importante tener en cuenta que las cantidades de dosificación son diferentes dependiendo de la edad del niño y, a medida que el niño envejece, el género. Para los bebés de hasta un año, la ingesta diaria es suministrada por la leche materna. A partir de un año, la dosis sugerida aumenta.
Se recomienda que los niños entre 15 y 25 años reciban una dosis de 13 mg de vitamina C. Los niños entre 45 y 14 años deben recibir 18 mg, mientras que los niños entre 75 y 65 años necesitan 18 mg. Desde los 115 años hasta los 35 años, existen diferentes dosis según el género. Los adolescentes deben recibir XNUMX mg, mientras que las niñas solo requieren XNUMX mg. Las mujeres embarazadas y lactantes de XNUMX años o menos requieren XNUMX mg, mientras que las que fuman deben agregar XNUMX mg a sus dosis recomendadas.
Tan importante como cumplir con las dosis recomendadas es no consumir vitamina C en exceso, ya que esto puede provocar efectos secundarios como náuseas, acidez estomacal, calambres estomacales, dolor de cabeza y diarrea severa. Los niños entre uno y tres años no deben consumir más de 400 mg por día, mientras que aquellos entre cuatro y ocho años no deben tomar más de 650 mg, y los niños entre nueve y 13 años no deben tomar más de 1,200 mg. Las adolescentes y las niñas embarazadas o lactantes entre 14 y 18 años no deben tomar más de 1,800 mg.
La vitamina C para niños se puede administrar en forma de suplementos. Las frutas y verduras frescas, particularmente las frutas cítricas, pueden ser las mejores fuentes naturales de vitamina C para los niños. El jugo de naranja recién exprimido o el jugo de concentrado recién congelado tiene el mayor contenido y contiene más vitamina C activa que los jugos o suplementos listos para beber.
Seguir las cantidades correctas de vitamina C para los niños es crucial, ya que es una vitamina esencial para mantener la función del sistema inmunitario. Muchos lo usan para tratar el resfriado común y las infecciones. La deficiencia de vitamina C puede causar escorbuto, que afecta la tasa de crecimiento óseo de los niños al calcificar los extremos de los huesos y evitar que sigan creciendo. El escorbuto puede ocurrir en personas de cualquier edad, pero la mayoría de los casos de escorbuto infantil ocurren en niños entre seis y 24 meses de edad. Los casos extremos de escorbuto en niños pueden provocar la muerte por insuficiencia cardíaca, por lo que es muy importante seguir un programa de dosificación recomendado con respecto a la vitamina C para niños.