Se cree que los probióticos en el yogur griego mejoran la digestión, aumentan la inmunidad a las infecciones, previenen las alergias y resuelven las deposiciones irregulares. El azúcar de la leche se digiere más fácilmente cuando hay probióticos, lo que ayuda a las personas con intolerancia a la lactosa a obtener los beneficios para la salud asociados al yogur griego sin los incómodos efectos secundarios. El riesgo de cáncer de colon también se puede reducir consumiendo probióticos que se encuentran en el yogur griego; sin embargo, la investigación continua en este campo busca confirmar hasta qué punto esto es cierto.
El yogur griego contiene mayores concentraciones de probióticos que el yogur normal, por lo que aumentan los efectos beneficiosos de los probióticos. Estas bacterias saludables viven dentro del sistema gastrointestinal, ayudando a mantener el intestino sano y funcionando correctamente. Alrededor de 10 billones de bacterias pueden vivir dentro de un intestino sano y el yogur griego ayuda a reponerlas. Cuando el yogur regular contiene solo dos tipos diferentes de bacterias beneficiosas, el yogur griego contiene hasta seis tipos, todos contribuyendo a un intestino sano.
Los probióticos son particularmente beneficiosos para las personas con intolerancia a los lácteos que no pueden producir una enzima llamada lactasa que ayuda a descomponer los carbohidratos en la leche. Los probióticos en el yogur griego producen lactasa, que descomponen la leche y hacen que los productos lácteos se digieran más fácilmente. Por lo tanto, las personas con intolerancia a los lácteos pueden disfrutar de los beneficios para la salud del yogur griego sin los incómodos efectos secundarios.
Los estudios han demostrado que los probióticos en el yogur griego tienen un efecto beneficioso sobre la salud del tracto intestinal. Esto puede ser útil para tratar la diarrea, por ejemplo, en millones de niños afectados por la pobreza en todo el mundo. Los probióticos también se pueden usar para aliviar los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal, el síndrome del intestino irritable y el estreñimiento.
Los probióticos en el yogur griego pueden ayudar a prevenir reacciones alérgicas y son beneficiosos, por ejemplo, para prevenir reacciones alérgicas extremas en los niños. Las alergias han aumentado en los últimos años y los probióticos encontrados en el yogur griego pueden desempeñar un papel en el alivio de la prevalencia de estos. El riesgo de cáncer de colon puede reducirse potencialmente al comer probióticos, como los que se encuentran en el yogur griego. Los estudios han demostrado que la incidencia de tumores disminuye como resultado de la ingestión de probióticos, pero otros estudios buscan confirmar esto.
El yogur griego que contiene probióticos es nutritivo y rico en calcio y proteínas. Los nutrientes como el ácido fólico, la riboflavina y la vitamina B12, se ven reforzados por la presencia de bacterias en el yogur griego. A partir de estudios realizados en animales y humanos, se ha sugerido que los probióticos en el yogur griego ayudan a estimular el sistema inmunológico. Esto es especialmente útil para las personas con sistemas inmunes deficientes, como los enfermos o los ancianos.