Una prueba de cardio puede referirse a dos cosas diferentes; una prueba de salud cardiovascular realizada por un profesional médico o una prueba de aptitud física realizada por un entrenador. Ambas pruebas miden la salud cardiovascular y la resistencia en función de un período establecido de ejercicio aeróbico. Una prueba de cardio puede ser un método muy efectivo para determinar la salud cardiovascular general y prevenir enfermedades del corazón.
Una prueba de cardio como medida de aptitud física es algo menos común. En este tipo de prueba, un entrenador puede pedirle a la persona que se está haciendo la prueba que corra en una cinta de correr durante un período de tiempo determinado, después de lo cual el entrenador medirá su ritmo cardíaco y el esfuerzo percibido. El entrenador también puede evaluar a la persona para ver cuánto tiempo puede correr en la cinta antes de tener que detenerse y caminar.
El segundo tipo de prueba de cardio, que ordena un médico para determinar la salud cardiovascular, es mucho más común. A menudo se le conoce como prueba de esfuerzo cardiovascular y se usa como herramienta de diagnóstico. En esta prueba, el paciente generalmente estará conectado a varios dispositivos, como un electrocardiograma que mide la presión sanguínea, el pulso, la temperatura o la ingesta de oxígeno, entre otros. La prueba generalmente toma entre diez y 20 minutos en la cinta de correr, tiempo durante el cual la intensidad o la inclinación pueden aumentar constantemente.
Por supuesto, cada prueba puede variar según el historial médico y las habilidades de cada paciente. A algunos pacientes se les puede pedir que caminen en la cinta, mientras que a otros se les puede pedir que corran. Si en algún momento durante la prueba el paciente se siente débil o tiene dificultad para respirar, es importante que se lo informe al evaluador. Un médico puede ordenar una prueba de este tipo por varias razones, que incluyen antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, hábito de fumar, diabetes o colesterol alto, entre otros, y existen algunos riesgos inherentes a dicha prueba. Es importante seguir las instrucciones después de la conclusión de la prueba y observar los cambios repentinos.
Si no es posible que un paciente participe en este tipo de prueba por razones de salud, los efectos pueden simularse en lo que se conoce como prueba de cardio farmacéutica. El paciente recibirá medicamentos por vía intravenosa que simulan los efectos del ejercicio en el sistema. La presión arterial y la respuesta cardiovascular se pueden controlar sin poner en peligro la salud del paciente a través del ejercicio físico. Si un médico ordena una prueba de cardio, es importante completar la prueba con fines de prevención de enfermedades coronarias.