Elegir las cápsulas de lecitina adecuadas es vital para garantizar que la dieta se complemente con los nutrientes correctos. Aunque la lecitina de soja presenta muchos beneficios para el cuerpo humano, algunas formas de lecitina pueden hacer más daño que bien. Elegir el suplemento de lecitina correcto requiere sopesar varios factores, incluido si es natural o no natural, fermentado o no fermentado, y si es la dosis correcta o no.
Las cápsulas de lecitina de soja orgánica y natural de calidad son un suplemento nutricional que contiene colina, un nutriente esencial soluble en agua que promueve el desarrollo del cerebro y previene enfermedades del corazón. También puede afectar el coeficiente intelectual potencial de un niño si se toma durante el embarazo, aunque esto no se ha confirmado oficialmente. Otros beneficios incluyen un nivel de colesterol mejorado, protección contra la oxidación, cabello y piel más saludables, resistencia muscular mejorada y alivio artrítico.
Sin embargo, estos beneficios pueden quedar anulados cuando los usuarios consumen cápsulas de lecitina no naturales. El problema con los suplementos dietéticos de lecitina no naturales o inorgánicos es que los científicos no han determinado cómo afectan el cuerpo humano. Dichas cápsulas de lecitina se producen utilizando organismos genéticamente modificados (GM) que tienen el potencial de modificar negativamente otros microorganismos en el estómago. Es por eso que es más seguro optar por la lecitina natural.
Otra preocupación es si la soja en las cápsulas de lecitina es fermentada o no fermentada. Numerosos estudios han relacionado la soya no fermentada con un mayor riesgo de cáncer, ciclos menstruales interrumpidos e incluso niveles reducidos de testosterona. Sin embargo, cuando la soya se fermenta por primera vez, las toxinas que contiene se destruyen. Lo que queda es una forma de soya más segura y más digerible. Sin embargo, las cápsulas de lecitina con soja no fermentada son más baratas de fabricar, por lo que están más fácilmente disponibles en el mercado.
El último pero más desatendido factor es la dosis. Aún no se ha identificado una dosis razonable de lecitina, pero las pruebas de prueba y error han determinado que dos dosis de 3.6 gramos de lecitina tomadas cada día son ideales. Sin embargo, tenga en cuenta que las diferentes cápsulas de lecitina tienen diferentes composiciones, lo que significa que pueden tener diferentes instrucciones. En general, sin embargo, es mejor optar por pastillas de lecitina que no ofrecen más de 1200 mg por dosis.
Al tomar una dosis más alta de lecitina, un usuario corre el riesgo de sufrir una sobredosis de lecitina. Aunque esta afección no es mortal, puede provocar una serie de síntomas incómodos, que incluyen dolor abdominal, diarrea y náuseas. Como los efectos secundarios de la lecitina no se han estudiado adecuadamente, también puede haber riesgos adicionales, pero estos riesgos son desconocidos.