No existe una «mejor» manera de aprender un idioma, porque todos aprenden de manera ligeramente diferente. Sin embargo, algunos métodos parecen ser más efectivos que otros, y darles más peso en un programa educativo puede ayudar al estudiante a tener éxito. Estos incluyen inmersión, tomar clases convencionales y autoaprendizaje.
Muchos profesores de idiomas coinciden en que la inmersión es una forma excelente de aprender un idioma. Los programas de inmersión en el país donde se habla el idioma son especialmente valiosos, ya que los estudiantes deben usar el idioma tanto fuera de la clase como dentro de ella. Además, los estudiantes aprenderán más sobre la cultura en la que se habla el idioma, lo que les dará contexto para su vocabulario. Algunos estudiantes se benefician de realizar un breve intensivo en su país de origen antes de viajar a un programa de inmersión o escuela de idiomas en un país extranjero. El intensivo establece una base para que el estudiante construya a medida que aprende.
Los estudiantes también pueden aprender un idioma a través de clases convencionales, aunque las clases que se reúnen con más frecuencia son más efectivas. La mayoría de las universidades y escuelas ofrecen programas de idiomas, algunos de los cuales están abiertos a miembros de la comunidad, así como a estudiantes registrados. Los estudiantes también pueden querer buscar clases privadas o tutoría con un hablante nativo. Estas clases requieren mucho más trabajo fuera de clase, e interactuar con hablantes nativos es un excelente complemento para una clase de idiomas. Un hablante nativo puede ayudar a un estudiante a ampliar el vocabulario, mejorar la pronunciación y aprender a usar palabras y modismos correctamente.
Algunos estudiantes pueden aprender un idioma a través de la autoaprendizaje. Los libros, cintas y materiales de orientación están disponibles en las librerías e Internet. Sin embargo, estos materiales pueden ser limitativos porque carecen de un ambiente de clase, que ofrece práctica y críticas bien estructuradas para ayudar a los estudiantes a mejorar. Sin embargo, un programa de autoaprendizaje puede preparar a un estudiante para un viaje al extranjero, en el que perfeccionará sus habilidades lingüísticas al ponerlas en práctica.
También es posible adquirir un nuevo idioma al ser empujado a un entorno en el que se habla. Al verse obligadas a usar el idioma para comunicar sus necesidades, las personas pueden aprender lo básico sorprendentemente rápido. Si un estudiante desea utilizar esta técnica para aprender un idioma, debe planear quedarse en el país donde se habla el idioma durante varios meses. Este tipo de vacaciones lingüísticas puede resultar caro, por lo que es posible que los estudiantes quieran pensar en buscar empleo mientras aprenden. Por ejemplo, un estudiante podría ofrecer instrucción en su idioma nativo por una tarifa nominal.