Hay muchos consejos y técnicas disponibles para ayudar al lector a analizar un soneto. Para un análisis de soneto, el lector primero debe tener una comprensión básica del poema, su tema y su forma. También se diseccionan la métrica, las rimas y las figuras retóricas. Un análisis completo del soneto también incluirá información sobre los antecedentes del poeta, así como el contexto histórico de ese poema específico.
El primer paso para comprender un poema es parafrasearlo. Además, se debe determinar el hablante, el punto de vista, el tema y el escenario. Dado que los sonetos son poemas relativamente cortos, estas preguntas solo pueden recibir respuestas vagas. Muchos sonetos son poemas de amor, donde el hablante es un amante y el sujeto, su amada.
Un análisis del soneto debería determinar el tema del poema en cuestión. El tema de muchos sonetos es el amor, ya sea amor no correspondido, separación del amado o simplemente adoración del amado. Otros se refieren a la muerte, el cambio o el proceso y el valor de la escritura. Algunos sonetos actúan casi como parodias de los típicos sonetos de amor.
Los sonetos vienen en dos formas, incluido el soneto de Petrarchán y el soneto de Shakespeare. Cada análisis de soneto debe determinar qué tipo de soneto se está discutiendo. Los sonetos petrarcanos constan de una octava y un sesteto, con un esquema de rima escrito como ABBAABBA CDECDE. Un soneto de Shakespeare, también conocido como soneto isabelino, se compone de tres cuartetas y un pareado, típicamente ABAB CDCD EFEF GG.
Las rimas son una parte esencial del análisis de sonetos. Cualquier cambio de la rima esperada, como una rima oblicua o una rima ocular, debe indicarle al analizador que revise esa línea. El encadenamiento aumenta la velocidad y hace que el poema sea más informal, mientras que los versos finales añaden un énfasis adicional.
Aunque los sonetos siempre se escriben en pentámetro yámbico, los escritores suelen variar la métrica para dar énfasis. Tres sílabas acentuadas seguidas ralentizan el poema, acentuando las tres. Por otro lado, dos sílabas átonas seguidas de una sílaba acentuada aceleran la lectura, a menudo dando al soneto un tono más ligero. Otras variaciones pueden agregar diferentes énfasis.
En un análisis de soneto, los lectores deben prestar atención a todas las figuras retóricas utilizadas. Algunos, como la aliteración, la asonancia y la onomatopeya, ayudan a que el poema suene como lo que significa. Otros, como metáforas y símiles, ayudan al lector a ver el tema de diferentes formas. Se logran más efectos mediante una variedad de figuras retóricas, que incluyen metonimia, sinécdoque, personificación y juegos de palabras.