¿Qué es la prueba exculpatoria?

La prueba exculpatoria es un término que se utiliza para describir la evidencia que muestra que una persona acusada de un delito no es culpable del delito que se le imputa. Dicho de otra manera, la prueba exculpatoria es la prueba que se considera favorable al acusado o al acusado. Esto se distingue de las pruebas inculpatorias, que son pruebas que muestran o prueban la culpabilidad del acusado.

Cuando se comete un delito, es responsabilidad de los agentes del orden y los funcionarios judiciales determinar los hechos fundamentales del caso. Esto puede incluir determinar qué delito se cometió, cuándo ocurrió el hecho, quién pudo haber cometido el delito, quién fue victimizado y si existen posibles motivos para el delito. Una vez que se han reunido las pruebas y se ha llegado a una conclusión sobre los hechos del caso, el gobierno decide si acusar a una persona de cometer el delito.

En muchos sistemas legales de todo el mundo, el acusado tiene derecho a un juicio judicial. Durante un juicio en la corte, tanto la fiscalía como la defensa presentan sus lados del caso a un juez o jurado. Una vez que ambas partes han terminado de presentar su caso, el juez o el jurado determina si el acusado es culpable o inocente.

La fiscalía presentará pruebas destinadas a reforzar la creencia del gobierno en la culpabilidad del acusado. Por ejemplo, el fiscal puede presentar e interrogar a los testigos que observaron al acusado cometer el delito. Una vez que un fiscal presenta evidencia inculpatoria que acredite la culpabilidad del acusado, el acusado tiene la oportunidad de refutar y cuestionar la veracidad de las pruebas de la acusación.

El acusado puede presentar testigos que ofrezcan una versión diferente de los hechos que los testigos de la acusación. La defensa puede proporcionar testigos que afirmen que el acusado no estaba en el área donde y cuando se cometió el crimen. El testimonio de estos testigos estaría diseñado para poner en duda la versión de los hechos proporcionada por la fiscalía y, por lo tanto, probar la inocencia del imputado.

En muchas jurisdicciones legales, el fiscal debe revelar a la defensa cualquier prueba exculpatoria descubierta durante el proceso de descubrimiento. El hecho de que el fiscal no revele las pruebas exculpatorias puede tener consecuencias como la anulación del juicio, el sobreseimiento del caso, el nuevo juicio del caso y la apelación del veredicto alcanzado en el juicio. También puede dar lugar a acciones disciplinarias contra las personas que hayan retenido pruebas exculpatorias.