La responsabilidad empresarial es un área de la ley que permite la responsabilidad conjunta en los casos en que están involucradas prácticas de la industria que se sabe que son potencialmente inseguras. Esto permite a las personas recuperar los daños de las entidades involucradas en las prácticas en cuestión, incluso si no se involucran directamente en ellas. En un ejemplo simple, si una empresa separa una subsidiaria y mantiene los activos con la empresa matriz, una persona puede demandar a la subsidiaria y a la empresa matriz juntas para cobrar los daños. Esta doctrina jurídica tiene su origen en la revolución industrial.
Un aspecto importante de la responsabilidad empresarial es el concepto de responsabilidad sin culpa. En la mayoría de los casos, para cobrar daños y perjuicios, las personas deben poder demostrar una causalidad legal y demostrar que la parte demandada tiene la culpa. Si no se puede probar la culpa, el caso se resolverá a favor del acusado. Con la responsabilidad empresarial, las personas no necesitan probar directamente la culpa. Por lo tanto, los trabajadores que demandan por daños relacionados con el trabajo en una industria peligrosa pueden cobrarlos incluso si no pueden demostrar categóricamente que sus lesiones fueron causadas por su trabajo; un minero de carbón, por ejemplo, puede demandar después de desarrollar una afección respiratoria, ya que tales afecciones son un peligro conocido de la industria minera.
Junto con la responsabilidad sin culpa viene la capacidad de demandar a partes relacionadas que no están directamente involucradas, incluidas tanto personas como entidades. Las empresas que realizan prácticas que se sabe que son potencialmente inseguras pueden ser consideradas responsables de ellas incluso si involucran a un departamento o subsidiaria separada. Esto permite la posibilidad de cobrar daños muy importantes incluso si las empresas intentan aislar sus operaciones más peligrosas de sus activos.
La responsabilidad empresarial cubre la responsabilidad civil y penal, lo que permite a las fuerzas del orden tomar acciones contra las empresas cuando sus prácticas inseguras violan la ley. Los abogados pueden usar una variedad de argumentos en tales casos, incluida la documentación de un historial de tales prácticas e información generalmente conocida sobre la industria, con el objetivo de demostrar que un caso cumple con la prueba de responsabilidad empresarial y que la empresa es realmente responsable.
Las corporaciones que participan en actividades peligrosas utilizan una serie de medios para protegerse, incluida la retención de personal legal muy agresivo y el mantenimiento de un seguro de responsabilidad para cubrir situaciones cuando se llevan a los tribunales. También se toman medidas para limitar el riesgo de accidentes y otros problemas, con el objetivo de evitar que surjan situaciones en primer lugar, adoptando un enfoque proactivo para mantenerse fuera de los tribunales.