El linfedema es una afección en la que se interrumpe el sistema linfático del cuerpo, lo que resulta en una acumulación de líquido en las extremidades. Los estudios han encontrado que una de las mejores formas de tratar esta afección es mediante el uso de varios tipos de ejercicio. Uno de los mejores ejercicios para el linfedema es la respiración abdominal profunda. Los ejercicios de rango de movimiento, así como el ejercicio aeróbico y el levantamiento de peso ligero, también son buenas opciones. Es importante que quienes hayan sido diagnosticados con linfedema y que sean nuevos en el ejercicio consulten con un terapeuta físico u ocupacional capacitado en el campo para maximizar la efectividad de su ejercicio.
La respiración abdominal profunda generalmente se considera uno de los mejores y más efectivos ejercicios para el linfedema. Esta forma de ejercicio no solo es efectiva como una forma de estimular el diafragma en un intento de aumentar la efectividad del bombeo del sistema linfático, sino que también puede ayudar a aumentar la propagación del líquido linfático a través del cuerpo. Participar en la respiración profunda previene la acumulación de sangre en partes específicas del cuerpo y reduce significativamente los síntomas asociados con el linfedema.
Los ejercicios de rango de movimiento para el linfedema también pueden ser una excelente opción para quienes padecen esta afección. Las disminuciones sustanciales del rango de movimiento generalmente ocurren después de las cirugías que se usan para tratar el linfedema. Realizar ejercicios de rango de movimiento específicamente diseñados para apuntar a las áreas afectadas a menudo son altamente efectivos para restaurar la flexibilidad, y deben realizarse regularmente. Aquellos que sufren de linfedema deben considerar consultar con un terapeuta físico u ocupacional capacitado en el área del linfedema para averiguar exactamente qué tipos de ejercicios de rango de movimiento son los mejores.
También se ha encontrado que los ejercicios aeróbicos para el linfedema son una forma efectiva de tratamiento para la afección. En la mayoría de los casos, se ha descubierto que el ejercicio aeróbico que promueve un aumento en el rango de movimiento, como remar o nadar, es el mejor. Al igual que con otros tipos de ejercicio, es importante que quienes padecen linfedema comiencen lentamente y aumenten gradualmente el tiempo y la intensidad del ejercicio. Hacer demasiado, demasiado pronto puede ser muy perjudicial para las personas con esta afección.
El levantamiento de peso ligero también puede ser una buena opción para algunas personas que sufren de linfedema. Es importante que las personas diagnosticadas con esta afección que estén interesadas en el levantamiento de pesas tengan cuidado para evitar el uso de pesas demasiado pesadas. Hacerlo puede aumentar la hinchazón, exacerbando aún más la afección.