Una bola refleja es una bola especialmente diseñada para usarse en un entrenamiento de entrenamiento reflejo. Hay varios tipos diferentes de bolas reflejas producidas para ayudar en el entrenamiento para diferentes actividades deportivas, así como bolas específicamente diseñadas para desarrollar la coordinación mano-ojo. Una pelota de reflejo de entrenamiento deportivo normalmente está diseñada con varios lados salientes, generalmente de forma redonda, que hace que rebote de manera impredecible. Por otro lado, las bolas de coordinación mano-ojo a menudo se unen a una cuerda como un yoyo y se lanzan, controladas por la cuerda y se devuelven a la mano. Estas bolas son especialmente útiles para desarrollar la coordinación mano-ojo de un niño.
El entrenamiento reflexivo obliga a los atletas a responder rápidamente a situaciones impredecibles para prepararlos para los eventos contingentes de los juegos. Los lados salientes de una pelota diseñada para un entrenamiento reflejo, generalmente seis en número, hacen que la pelota rebote de manera irregular. Como resultado, cuando un atleta bota la pelota, se ve obligado a reaccionar a la dirección inesperada en la que la pelota bota. Trabajar con una bola refleja de este tipo alienta a los atletas a desarrollar sus reflejos en respuesta a los movimientos impredecibles de la pelota.
Las bolas reflejas rebotan se producen en una variedad de tamaños para ayudar en la preparación para diferentes deportes. Las pelotas más pequeñas dan como resultado rebotes más rápidos, lo que las convierte en herramientas útiles para entrenar en deportes como el tenis, la pelota de mano y el béisbol. El uso de una pelota refleja de seis lados para practicar tenis obliga al atleta a reaccionar ante situaciones en las que no puede predecir la dirección que tomará la pelota cuando sea golpeada, ya sea por sí misma o por un oponente. Tal entrenamiento ayuda a los jugadores a acelerar el tiempo reflejo y la coordinación mano-ojo para prepararse para las contingencias del juego en sí.
Las bolas reflejas más grandes que rebotan están diseñadas para funcionar bien en el entrenamiento reflejo para baloncesto, fútbol y voleibol, entre otros deportes. Independientemente del deporte en cuestión, las bolas reflejas pueden ayudar en el desarrollo de la coordinación mano-ojo y los reflejos corporales. Las bolas reflejas que están unidas a una cuerda son especialmente útiles para trabajar en la coordinación mano-ojo de un niño. Estas bolas están unidas a la muñeca con una cuerda y controladas por la cuerda cuando se arrojan. Maniobrar la pelota para que regrese a la mano del lanzador se enfoca en la relación entre la mano y el ojo y obliga al cuerpo a reaccionar a cualquier dirección que pueda tomar la pelota.