La dieta de la Luna es básicamente una dieta de líquidos claros de 24 horas que está destinada a usarse cuando la Luna entra en una nueva fase. Esta dieta es considerada en gran medida como una dieta de moda. Sin embargo, al igual que con todas las dietas de líquidos claros y los ayunos con jugos, si se siguen adecuadamente, pueden provocar pérdida de peso. Es importante tener en cuenta que este tipo de dieta no es sostenible y no ofrece suficientes calorías o nutrientes para mantener un cuerpo sano. Antes de comenzar cualquier dieta, es importante consultar con su médico o un profesional médico de confianza.
Para seguir la dieta de la Luna, primero hay que averiguar cuándo cambiará la fase de la Luna. Encontrar esta información es tan simple como una búsqueda rápida en Internet. La fase de la Luna se calcula tanto por el calendario como por la posición de uno en el planeta Tierra.
La idea detrás de la dieta de la Luna es que el ligero cambio gravitacional causado por la nueva fase de la Luna permite al cuerpo liberar más fácilmente el exceso de líquido que se ha almacenado. Existe evidencia científica firme de que la fuerza gravitacional de la Luna afecta los cuerpos de agua en el planeta. Sin embargo, no hay pruebas contundentes de que una dieta de líquidos claros o jugo rápido sea más efectiva cuando la Luna entra en una nueva fase.
Una nueva fase de la Luna generalmente se calcula hasta el minuto. Es exactamente este minuto cuando los que siguen la dieta de la Luna deberían comenzar. A partir de ese minuto y durante las siguientes veinticuatro horas, las personas que hacen dieta en la Luna deben abstenerse de comer. Pueden beber tanta agua, jugo de frutas, jugo de verduras y caldo como lo deseen. Sin embargo, los jugos de frutas deben ser jugos naturales que no tengan azúcar agregada.
Muchas personas consideran que la dieta de la Luna es una dieta de choque. El consenso general sobre las dietas estrictas es que no funcionan, de ahí el nombre. Si bien es posible bajar algunas libras al apegarse a líquidos claros y jugos sin azúcar, la mayor parte del peso que se pierde es el peso del agua que puede regresar fácilmente. Además, este tipo de dieta puede provocar hambre intensa, de modo que, al final, la persona que hace dieta se encuentra cargando calorías y contrarrestando cualquier pérdida de peso que se haya logrado.