El edulcorante de agave está ganando popularidad entre las personas que buscan una alternativa saludable a los productos de azúcar convencionales y edulcorantes artificiales. Si bien no es un producto sin calorías, el jarabe de agave y los edulcorantes tienen un índice glucémico más bajo que el azúcar de caña o el jarabe de maíz. El jarabe de agave proporciona una solución potencialmente saludable para las personas con diabetes, las personas que buscan perder peso y las que desean llevar un estilo de vida más saludable.
El jarabe se cosecha de la planta de agave azul que prospera en los desiertos del sur de México. En su área de distribución nativa, los aztecas han utilizado el agave durante siglos como edulcorante. En la dieta moderna, el agave se está volviendo cada vez más popular como una alternativa al azúcar altamente procesada porque no conduce al aumento brusco de la presión arterial estimulado por el azúcar regular.
El jarabe de maíz y el azúcar estándar altamente procesado tienen un alto índice glucémico. Estos edulcorantes tradicionales causan un aumento repentino en el azúcar en la sangre. A medida que aumenta el azúcar en la sangre, el cuerpo libera insulina. El uso de jarabe de maíz y otros edulcorantes de azúcar estándar hacen que el cuerpo libere cantidades excesivas de insulina, lo que puede provocar problemas de salud.
Un beneficio principal del edulcorante de agave es su bajo índice glucémico. El consumo de jarabe de agave no produce un aumento en el azúcar en la sangre y, por lo tanto, no causa una liberación rápida de insulina. Usar jarabe de agave puede ser una solución para personas con diabetes y personas con presión arterial alta. El edulcorante de agave es una alternativa natural al azúcar regular, pero sigue siendo un edulcorante procesado. Las personas con afecciones médicas siempre deben buscar el consejo de sus médicos antes de agregar jarabe de agave a sus dietas.
Este edulcorante alternativo también es una alternativa de azúcar potencial para las personas que intentan perder peso. Aunque tiene calorías, el índice glucémico más bajo significa que el agave tiene menos carbohidratos que los azúcares refinados regulares. El sabor dulce del jarabe de agave es más fuerte que el azúcar regular, por lo que se usa menos para crear la misma dulzura al agregarlo a los alimentos y bebidas. Además, el edulcorante de agave se absorbe lentamente en el torrente sanguíneo, lo que permite que el cuerpo lo procese de manera más eficiente.
El jarabe de agave también es un edulcorante potencialmente adecuado para las personas que siguen una dieta de alimentos crudos. Una dieta de alimentos crudos consiste en alimentos que no se calientan a más de 116 ° F (aproximadamente 46 ° C). Tradicionalmente, el jarabe de agave se calienta a 140 ° F (aproximadamente 60 ° C) durante el procesamiento, pero las compañías que buscan ofrecer un producto para la venta como agave de calor de alimentos crudos a temperaturas más bajas para cumplir con los requisitos de calor.