Limitar la comida chatarra para los niños es una de las decisiones de salud más importantes que los padres pueden tomar. Los niños están sujetos a numerosos anuncios que venden comida chatarra todos los días, y no se puede esperar que tomen decisiones saludables por su cuenta. Limitar la comida chatarra para los niños controlando la comida que comen es solo la mitad de la batalla. Asegurarse de que comprendan cómo tomar decisiones saludables en situaciones donde los padres no están allí para elegir por ellos es igual de importante.
La publicidad de comida chatarra para niños es una forma muy rentable para que las compañías de comida chatarra atraigan a los clientes que aún no han desarrollado hábitos saludables y una comprensión de los efectos a largo plazo de las elecciones de alimentos en el cuerpo. Los padres pueden limitar la cantidad de publicidad de comida chatarra que ven sus hijos limitando la cantidad de tiempo que el niño pasa mirando televisión y en Internet. Además, cuando se muestra un anuncio de comida chatarra, los padres pueden explicar a sus hijos por qué comer ese producto sería una opción poco saludable, y sugerir opciones similares pero más saludables, como una hamburguesa de verduras con pan de trigo en lugar de una hamburguesa con queso de comida rápida.
Los padres deben, si es posible, empacar el almuerzo escolar del niño con alimentos saludables que incluyan frutas, verduras, carnes magras y granos integrales. Es mucho más saludable hacer esto que confiar en la elección del niño en la escuela entre comida chatarra y opciones saludables. Esto es especialmente cierto porque muchas escuelas ofrecen una gran cantidad de papas fritas, papas fritas, postres y otros alimentos chatarra para los niños y un suministro muy limitado de frutas y verduras frescas, lo que hace que sea aún más difícil para los niños que intentan tomar decisiones saludables. Un almuerzo satisfactorio.
Muchos padres recurren a servir a la familia comida rápida porque sus horarios ocupados no les permiten cocinar una comida en casa. Una posible solución a este problema podría ser que los padres pasen un par de horas durante el fin de semana cocinando comidas saludables y congelándolas para un uso rápido y conveniente durante la semana. Además, las porciones de frutas y verduras preenvasadas pueden ser una manera fácil de agregar alimentos saludables como guarnición para la comida congelada. Si la cocina simplemente no es una opción, los padres deben tratar de elegir restaurantes que ofrezcan elementos de menú bajos en calorías con muchas frutas y verduras en lugar de alimentos grasosos de comida rápida. Aunque los niños pueden expresar una preferencia por los alimentos grasosos y ricos en calorías, es importante que los padres se mantengan firmes y expliquen por qué elegir alimentos saludables es un hábito importante.