La amígdala es un fitoquímico derivado de las semillas de varias frutas, incluidos los albaricoques y las almendras amargas. La descomposición de este compuesto libera cianuro. Se ha utilizado en el tratamiento del cáncer en varias ocasiones desde el siglo XIX, pero su uso en la actualidad es muy controvertido. Las agencias de los Estados Unidos, como el Instituto Nacional del Cáncer, lo consideran ineficaz en el tratamiento del cáncer y peligroso de usar. Los defensores, sin embargo, lo consideran un tratamiento alternativo contra el cáncer.
Existe cierta confusión entre amígdala y laetrile. En los Estados Unidos, el laetrile es una molécula que contiene parte de la estructura de la amígdala. Por el contrario, en México, el laetrile es una sustancia diferente, compuesta de amigdalina que se ha aislado de las albaricoques.
En un momento, se afirmó que la amígdala era una vitamina, conocida como vitamina B17. Hay dos teorías para esto. Una fue que el cáncer se desarrolla debido a la falta de vitamina B17, pero no hay datos para esta teoría. La otra hipótesis era que ser etiquetado como un suplemento alimenticio permitía al compuesto evitar el escrutinio dado a las drogas por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).
La FDA no ha aprobado el uso de laetrile y procesará a los vendedores que lo vendan. Los ensayos clínicos de amigdalina han sugerido que este compuesto es ineficaz para curar el cáncer y tiene efectos secundarios tóxicos. Por ejemplo, en 1982, hubo un ensayo con 178 pacientes. Los tumores se hicieron más grandes en todos los pacientes. Además, varios pacientes sufrieron envenenamiento por cianuro como efecto secundario del tratamiento.
Los adherentes de laetrile cuestionaron la metodología de este estudio. También cuestionaron los motivos financieros del estudio y siguen convencidos de que el laetrile es un tratamiento efectivo. Hay clínicas en México que ofrecen este tratamiento a pacientes con cáncer de otros países.
Hay varias formas diferentes en que se puede administrar laetrile. Se puede tomar como una píldora, una inyección o por vía intravenosa. Todos pueden tener efectos secundarios, pero se cree que tomarlo en forma de píldora representa el mayor riesgo de intoxicación por cianuro. Los efectos secundarios incluyen vómitos, náuseas, mareos, dolor de cabeza, daño hepático y coma. Las personas han muerto por tomar píldoras de amigdalina, que son especialmente peligrosas con altas dosis de vitamina C.
Los promotores de laetrile como una cura para el cáncer afirman que el cianuro liberado se dirige específicamente a las células cancerosas. Se ha descubierto que esto no es cierto en estudios de laboratorio. Se encontró que el cianuro afecta tanto a las células normales como a las células cancerosas de la misma manera. La amígdala parece ser una de las toxinas vegetales de la naturaleza.