Hay muchos beneficios de tomar ácido fólico durante el embarazo, incluido un riesgo significativamente reducido de defectos de nacimiento. Para la mayoría de las mujeres, las ventajas del ácido fólico superan cualquier preocupación sobre la vitamina, que generalmente se considera esencial para una concepción saludable y un embarazo. Sin embargo, la ingesta de folato puede ser problemática para las mujeres con deficiencia de vitamina B-12, y los suplementos de folato se han relacionado con un crecimiento acelerado en los cánceres preexistentes, aunque este vínculo aún no está probado. Al igual que con cualquier vitamina, el ácido fólico puede ser dañino en dosis altas o en casos raros de alergias. Es importante que las mujeres embarazadas siempre discutan cualquier suplemento o cambio en la dieta con un profesional médico.
El folato, o ácido fólico, es una vitamina B soluble en agua que ayuda al cuerpo a sintetizar y reparar su ADN. El folato existe naturalmente en las verduras de hoja verde, y se considera tan importante para el crecimiento y el desarrollo humano que muchos países requieren que se agregue a los cereales envasados y al pan como suplemento esencial. La deficiencia de folato en mujeres embarazadas o que intentan concebir está relacionada con un mayor riesgo de defectos del tubo neural fetal, como la espina bífida y la anencefalia. Las mujeres que no tienen niveles suficientemente altos de ácido fólico durante el embarazo también pueden aumentar su riesgo de parto prematuro, un bebé nacido con defectos cardíacos congénitos y bajo peso al nacer, y otros problemas.
Los vegetarianos, veganos y otras mujeres con restricciones dietéticas deben tener en cuenta que el aumento de la ingesta de ácido fólico durante el embarazo puede hacer que sea más difícil detectar la presencia de una deficiencia de vitamina B12, un trastorno muy raro relacionado con la anemia perniciosa. Dosis muy altas de ácido fólico pueden causar efectos secundarios que incluyen calambres estomacales, náuseas y diarrea, insomnio, hiperactividad y erupción cutánea. Las dosis normales de vitaminas prenatales no contienen suficiente ácido fólico para hacer de este riesgo una grave preocupación para la mayoría de las mujeres. Al igual que todos los medicamentos, existe una pequeña probabilidad de que una mujer desarrolle una alergia al ácido fólico. En este caso, debe dejar de tomar vitaminas prenatales y buscar atención médica.
El ácido fólico está relacionado con la replicación del ADN en el cuerpo, y algunos estudios han relacionado la ingesta de ácido fólico con el crecimiento acelerado en las células cancerosas. Esta conexión aún es incierta, pero las mujeres embarazadas con cáncer o las mujeres con alto riesgo de ciertos tipos de cáncer deben consultar con un profesional médico antes de tomar ácido fólico durante el embarazo. En la mayoría de los casos, un médico alentará a la mujer a continuar tomando una dosis normal de ácido fólico, debido a sus conocidos beneficios para un embarazo saludable y para la salud materna e infantil.