Los pros y los contras de la conservación de alimentos por congelación son significativos y variados, lo que requiere que aquellos que desean participar en la conservación de alimentos consideren los recursos que tienen para congelar adecuadamente los alimentos. Si bien la congelación de alimentos es generalmente una buena manera de mantenerlos en buenas condiciones y a salvo de la contaminación bacteriana, es una técnica de almacenamiento inadecuada en áreas que experimentan una escasez frecuente de energía o donde los residentes no tienen acceso a los congeladores. Además, este proceso requiere un manejo y envasado especial de los alimentos antes de colocarlos en el congelador para que los alimentos conserven su calidad. Por otro lado, estas preparaciones suelen ser menos complejas que las requeridas para otros tipos de conservación de alimentos, como deshidratar, fumar o enlatar.
Muchas personas se dedican a la conservación de alimentos mediante la congelación como una forma de mantener los alimentos frescos sin agregar líquidos o conservantes adicionales que puedan cambiar el sabor y la textura de los alimentos frescos. Además, la mayoría de las cocinas en los países industrializados contienen un congelador que lo convierte en una forma conveniente de almacenamiento de alimentos que no adquiere equipos especiales en la mayoría de los casos. Siempre que un congelador pueda mantener una temperatura de menos de 0 grados Fahrenheit (17.8 grados Celsius), muchos tipos de alimentos pueden almacenarse de forma segura durante meses.
Los problemas de conservación de alimentos por congelación dependen de varios factores. El problema más obvio es que depende de tener acceso a un recipiente que pueda almacenar alimentos a una temperatura constantemente baja. Incluso si hay congeladores disponibles, queda la cuestión de garantizar un suministro de energía adecuado al congelador. En comunidades donde el servicio público es deficiente, puede ser mejor utilizar otros métodos de conservación de alimentos.
Otro problema con la conservación de alimentos por congelación es que la congelación puede alterar la textura y el sabor de los alimentos. Para reducir las posibilidades de que esto suceda, una persona debe tomar medidas para preparar los alimentos con anticipación para el proceso de congelación. Por ejemplo, las verduras generalmente serán de mejor calidad si se escaldan antes de congelarlas. También es importante envolver los alimentos con cuidado, si los alimentos congelados están expuestos al aire mientras están en sus envoltorios, ya que pueden secarse y desarrollar lo que se conoce como «quemaduras en el congelador». Esto tiene un efecto negativo tanto en el sabor como en la textura de los alimentos, aunque no hace que los alimentos sean peligrosos.