La dermatitis por alergia a las pulgas es una afección de la piel que afecta a los perros con alergia a las picaduras de pulgas. La piel del animal huésped reacciona negativamente con un químico depositado allí mientras las pulgas se alimentan de él. El animal muestra una tendencia excesiva a rascarse y puede desarrollar una pequeña erupción cerca de la espalda, la cola y la parte inferior del vientre. Los tratamientos para esta afección implican proteger al animal de futuras infestaciones de pulgas, lavar a fondo el pelaje y la piel y aplicar ungüentos tópicos. Los veterinarios pueden administrar una terapia más intensiva inyectando al animal periódicamente cortisona.
Esta irritación de la piel es causada por un químico que se encuentra naturalmente en la saliva de las pulgas. Su saliva contiene sustancias químicas que son similares a la histamina en su estructura, como aminoácidos, fósforo y algunos compuestos aromáticos que pueden reaccionar con la piel de un animal. El resultado es una erupción y sensación de picazón severa. La dermatitis por alergia a las pulgas generalmente solo se diagnostica en mascotas entre uno y tres años de edad, y casi nunca la experimentan los menores de seis meses. La condición tiende a disminuir y disiparse con la edad.
Los dueños de mascotas pueden buscar ciertos signos comunes en el comportamiento de su mascota para determinar si tiene dermatitis alérgica por pulgas. La mayoría de las mascotas que sufren de esta alergia comienzan rascando continuamente. Tienden a enfocarse en el cuello y detrás de las orejas, así como en la espalda justo por encima de la cola y las articulaciones donde se unen las piernas y el torso. La necesidad de rascarse puede volverse tan intensa que muchas mascotas se arrancan el pelo, creando lo que los veterinarios llaman un punto caliente, revelando un parche de piel calvo que es propenso a costras, llagas e infecciones cuando no se tratan. Muchas mascotas también exhibirán una erupción de pequeñas ronchas rojas en la parte inferior del vientre, los muslos internos y cerca de los puntos calientes.
El tratamiento para la dermatitis alérgica por pulgas puede incluir champú medicado, cremas contra la picazón, medicación oral e inyecciones de cortisona. Cualquier mascota que muestre signos de esta alergia debe tratarse con un disuasivo de pulgas, como gotas medicinales, de inmediato. Se pueden comprar champús especiales formulados para neutralizar las reacciones cutáneas que resultan de la actividad de los insectos y no niegan la efectividad de las gotas tópicas para pulgas. Las cremas antibióticas y antipicazón de venta libre se pueden aplicar para el alivio inmediato de cualquier área de la piel que la mascota haya masticado sin piel mientras se rasca. Los medicamentos orales y las inyecciones de cortisona deben ser discutidos y administrados por un veterinario capacitado.