Las carnes rojas, generalmente consideradas productos de carne de res, cerdo, cordero y cordero, ofrecen beneficios nutricionales, pero comer carne roja también plantea algunos problemas de salud. Elegir cortes magros y cocinar carne correctamente puede compensar estas preocupaciones. La alimentación con pasto también puede ser más saludable tanto para el individuo como para el medio ambiente que los productos alimentados con granos.
Existen numerosos beneficios nutricionales al comer carne roja. Es una excelente fuente de proteínas, suministra todos los aminoácidos esenciales, ya que es más digestible que las proteínas de origen vegetal. Las carnes rojas también son una fuente clave de vitamina B12, que solo está disponible en productos animales y es clave para la salud de los glóbulos rojos y los nervios.
La carne roja también es una rica fuente de zinc, selenio y hierro. El zinc ayuda al sistema inmunitario y puede ayudar con la curación de heridas y acortar el curso de la diarrea en algunas circunstancias. El selenio se usa tanto en el sistema inmunitario como en la función tiroidea, y también es un antioxidante. El hierro ayuda a transportar oxígeno en la sangre, y los bajos niveles de hierro pueden provocar cansancio.
Comer carne roja, especialmente cortes magros, también puede ayudar a las personas con el control de peso. Es un alimento saciante porque combina proteínas y grasas. Las personas que comen carne roja pueden sentir que tienen menos hambre.
Aunque la carne roja ofrece muchos beneficios nutricionales, los riesgos para la salud de la carne roja pueden incluir el riesgo de enfermedad cardíaca, de mama y cáncer de colon. Por lo general, es mejor evitar las carnes procesadas, como salchichas y tocino. Estos tienden a contener una gran cantidad de sal y nitritos, lo que puede perjudicar la salud.
El método de cocinar la carne puede desempeñar un papel en la reducción de los riesgos para la salud. Por lo general, se recomienda no cocinar la carne roja por debajo o en exceso y evitar asar a la parrilla. La carne poco cocida puede contener parásitos. Las carnes cocinadas y asadas en exceso pueden contener carcinógenos.
Al considerar la carne roja y la salud, otro factor es si los animales fueron alimentados con granos o con pasto. La carne de animales alimentados con pasto tiene una proporción más favorable de ácidos grasos esenciales omega-3 a omega-6. Además de ser más saludables para comer, los animales alimentados con pasto frecuentemente tienen una mejor calidad de vida. La alimentación del césped también puede ser más sostenible para el medio ambiente.
Muchos gobiernos sugieren que la cantidad de carne roja que sienten puede incluirse de manera segura en una dieta saludable. La cantidad varía según las naciones, pero generalmente se aceptan varias porciones por semana. Aquellos que elijan incluir el consumo de carne roja pueden elegir cortes más magros de animales alimentados con pasto y eliminar cualquier grasa visible antes de comer.