El tambor de seda es un ejercicio de tai chi centrado en un conjunto de principios de movimiento. Estos principios se basan en las acciones realizadas por un individuo que cosecha seda de un capullo de gusano de seda. El ejercicio enfatiza la importancia del movimiento continuo de fluidos. Con la práctica adecuada, el enrollado de seda puede aumentar la flexibilidad, el movimiento articular y el equilibrio.
Los movimientos de bobinado de seda son un ejercicio de neigong, que es una práctica de respiración meditativa. Este ejercicio se considera un componente importante del tai chi chuan tradicional chino de artes marciales. Clasificado como una forma de artes marciales internas, el tai chi chuan contiene cinco familias dentro de sí mismo. Dos de las familias, los estilos Chen y Wu, consideran que los ejercicios de bobinado de seda son fundamentales. Las artes marciales internas se centran en entrenar al individuo desde un punto de vista interno y externo.
Basado en la artesanía del carrete de seda, este ejercicio imita los movimientos del artesano. La delicada naturaleza del oficio requiere que el artesano realice sus acciones a una velocidad constante y media. Este tempo se refleja en el ejercicio. Si el practicante se mueve demasiado rápido, la seda se romperá, y si él o ella se mueve muy lentamente, la seda se pegará a sí misma y se arruinará. La forma de los movimientos es de naturaleza circular, y el profesional se preocupa por no disuadir nunca del camino establecido ni hacer movimientos bruscos y drásticos.
El cuerpo debe liderar los movimientos con el dantian. En la mayoría de las técnicas de meditación y artes marciales internas del este de Asia, el dantian se considera el punto focal central dentro del cuerpo. Este centro no se origina en un componente muscular o nervioso del cuerpo. En cambio, el dantian es visto como el centro de gravedad del cuerpo. Desde este punto focal, todos los movimientos comienzan a adoptar la forma de la división no lineal dentro del patrón taijitu. El taijitu es el símbolo comúnmente asociado con el yin y el yang, un círculo con una línea en forma de s que lo divide en dos partes iguales.
Una vez que los brazos han comenzado a recordar los movimientos, el resto del cuerpo se moviliza. Este movimiento de cuerpo completo imita la forma de bobinado de seda de un verdadero artesano. Con el tiempo, el cuerpo se familiariza mejor con la coordinación de los movimientos y las articulaciones logran un mayor rango de movimiento. Los practicantes creen que la energía canalizada desde las espirales dantianas hacia el resto del cuerpo y enriquece las articulaciones y las extremidades.