Hojas de nabo son las hojas de la planta de nabo, Brassica rapa. El nabo es un miembro de la familia Brassicaceae, que también incluye brócoli, repollo y mostaza. Tanto la raíz como las hojas del nabo fueron muy favorecidas por los antiguos griegos y romanos, que desarrollaron y criaron una serie de nuevas variedades. Se ha cultivado por casi 4,000 años.
El nabo llegó a América del Norte con los colonos europeos. Durante los siglos XVIII y XIX, los propietarios de las plantaciones generalmente se reservaban las raíces de nabo para sí mismos, entregando las hojas a sus esclavos. Muchos de los esclavos eran de origen de África occidental y su cocina tradicional empleaba una amplia variedad de verduras, de las cuales el nabo se convirtió en un sustituto. En los tiempos modernos, estas verduras siguen siendo un ingrediente importante en la cocina regional del sur. Los nabos y sus verduras también se disfrutan en Europa, aunque el consumo europeo de nabos experimentó una disminución tras la aceptación generalizada de la papa importada en el siglo XIX.
Más pequeñas y tiernas que otras verduras de uso común, como la col o la mostaza, las hojas de nabo también tienen un sabor más suave. Se pueden usar de manera bastante intercambiable en cualquier receta que requiera espinacas frescas u otras verduras y puede ser una adición sabrosa a los guisos, como la lasaña vegetariana. Las verduras se pueden saltear rápidamente, ya sea solo o con otras verduras o granos. Almacenadas en una bolsa de plástico en la sección más crujiente del refrigerador, las verduras lavadas generalmente permanecerán frescas durante tres o cuatro días.
Nutricionalmente, los verdes de nabo se consideran una excelente fuente de nutrientes, especialmente vitaminas C, E, B6 y K, así como minerales, como cobre, calcio y manganeso. El betacaroteno que se encuentra en las hojas de nabo puede proteger contra la artritis reumatoide, ya que una de sus funciones es apoyar la función adecuada del sistema inmune. También puede ayudar al cuerpo a mantener membranas sanas, incluida la membrana sinovial que recubre las articulaciones.
Las vitaminas C y E en las hojas de nabo trabajan juntas para frenar los radicales libres que pueden exacerbar el daño articular. El calcio en las verduras puede ser útil para prevenir o retrasar la pérdida ósea. Como fuente de cobre, estos verdes pueden ser útiles para las personas que sufren de artritis reumatoide, ya que el cobre es necesario para la producción de tejido conectivo que está dañado por la enfermedad autoinmune. Las hojas de nabo también suministran fibra dietética, que es útil no solo para regular la eliminación sino también para mantener la salud del colon.