El ácido eicosapentaenoico, también conocido como EPA, y el ácido docosahexaenoico, también conocido como DHA, son dos tipos de ácidos grasos esenciales que se encuentran en las grasas omega-3. Tanto EPA como DHA se encuentran en los peces. El cuerpo humano necesita EPA y DHA para funcionar correctamente, aunque estos dos ácidos tienen funciones ligeramente separadas. El DHA promueve la salud del cerebro desde el desarrollo de un bebé en el útero hasta la edad adulta, y la EPA puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca o aliviar los síntomas de depresión.
Muchas personas no obtienen suficiente EPA y DHA en sus dietas. El cuerpo humano puede producir una pequeña cantidad de DHA, pero no produce suficiente. El cuerpo no puede producir EPA en absoluto. Una persona puede obtener DHA y EPA adicionales al comer pescado o al tomar un suplemento de aceite de pescado. El DHA también se puede encontrar en algunos tipos de algas. El EPA y el DHA también pueden ser producidos por el ácido alfa linolénico, o ALA, un omega-3 que se encuentra en las semillas de lino.
La función de EPA y DHA es ligeramente diferente. DHA ayuda a los bebés a desarrollar la vista y un sistema nervioso que funcione correctamente durante los primeros seis meses. Las mujeres embarazadas deben tomar suplementos de DHA para asegurarse de que su bebé se mantenga saludable. La ingesta continua de DHA ayuda al cerebro y al sistema nervioso a funcionar correctamente a lo largo de la vida de una persona.
La EPA también ayuda con la función cerebral, pero puede ser más efectiva para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y síntomas de afecciones inflamatorias de una persona. Otros beneficios para la salud pueden provenir solo de la EPA. En algunos estudios, se ha demostrado que disminuye los síntomas de depresión, por lo que la EPA puede ayudar a que los medicamentos antidepresivos funcionen mejor. También se puede usar para tratar trastornos del estado de ánimo como el trastorno límite de la personalidad.
Tanto EPA como DHA pueden ser efectivos para reducir la presión arterial de una persona y disminuir sus niveles de triglicéridos. Los ácidos grasos pueden ayudar a prevenir que una persona contraiga enfermedades cardíacas al mantener bajo control su presión arterial y sus niveles de colesterol. DHA y EPA pueden prevenir la formación de placa en las arterias y disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos. Los omega-3 también pueden beneficiar a una persona que ya ha sufrido un ataque cardíaco al reducir los latidos cardíacos irregulares
Las mujeres que pasan por la menopausia pueden descubrir que la EPA ayuda a reducir sus síntomas. EPA y DHA también pueden reducir los calambres menstruales y otros síntomas del síndrome premenstrual. Para obtener el beneficio, una mujer debe tomar un suplemento de aceite de pescado regularmente.
La mejor fuente de DHA y EPA son los peces como las anchoas, el salmón y el atún. Una persona debe comer pescado dos o tres veces por semana para obtener los omega-3 que necesita. Los alimentos como las nueces o las semillas de lino que contienen ALA también son una fuente de ácidos grasos esenciales, ya que el cuerpo puede convertir el ALA en DHA o EPA. El cuerpo también puede convertir DHA en EPA si es necesario.