El caramelo de la barba de dragón es un dulce tradicional chino hecho de azúcar finamente hilada. Mucha gente cree que este dulce fue inventado por los antiguos emperadores, y ha sido parte de la cocina china durante miles de años. Recibe su nombre de su textura suave y tenue, que se parece mucho a la barba que se ve en el mítico dragón chino. Este dulce es similar al algodón de azúcar que se consume en otras partes del mundo, pero se hace girar a mano en lugar de hacerlo en una máquina. También difiere en que puede llenarse, mientras que el algodón de azúcar consiste en azúcar hilada pura sin rellenos.
Para hacer dulces de barba de dragón, los cocineros comienzan calentando algún tipo de producto de azúcar. Las recetas tradicionales requieren azúcar de caña, aunque las versiones modernas pueden incluir jarabe de maíz o maltosa. Una vez que el azúcar caliente se deja enfriar, forma un bloque sólido.
Los fabricantes luego tiran y doblan este bloque de azúcar para formar miles de finos hilos azucarados. Al tirar y estirar continuamente el azúcar, pueden crear una textura ligera y aireada. Los hilos se envuelven en una pequeña forma redondeada para formar cada pieza de caramelo. A medida que se tiran y forman los hilos, deben enrollarse o sumergirse en algún tipo de polvo para evitar que se peguen. Este polvo puede venir en forma de harina de arroz, almidón de maíz o incluso azúcar en polvo, según el sabor y la textura deseados del caramelo.
Si bien el caramelo de la barba de dragón se puede comer solo, a menudo se llena con otros ingredientes para crear sabores y texturas contrastantes. Algunos fabricantes usan maní triturado o picado, mientras que otros pueden agregar semillas de sésamo u otras nueces. El coco tostado también es un relleno popular en este dulce.
El proceso de hacer dulces de barba de dragón se considera un arte perdido, incluso en China. Parte de esto se debe a cambios culturales y sociales, pero también puede atribuirse a la muy corta vida útil del producto. El caramelo de la barba de dragón se debe comer unos minutos después de que se haya preparado. De lo contrario, se endurecerá de nuevo en una masa pegajosa y perderá su textura fina y aireada.
La dificultad para preservar este dulce ha hecho que sea difícil de encontrar. Algunos chinos continúan llegando a casa y otros instalan pequeñas casetas o carros en la sección de Chinatown de ciudades de todo el mundo. Esto atrae a las personas que se sienten atraídas por el arte de hacer este dulce, así como por su sabor y textura dulces y delicados. Una compañía ha encontrado una manera de preservar los dulces y enviarlos por correo, pero es relativamente costoso, y algunas personas argumentan que simplemente no tiene el mismo sabor que los dulces recién preparados.